POR LAURA TAMAYO GOYENECHE
Las búsquedas en Google Colombia sobre salud mental se dispararon desde el 15 de marzo. Palabras como “depresión” o “tristeza”, pasaron de tener de 0 a 100 puntos de interés.
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Fue también por esos días que muchos comenzaron a trabajar desde casa, algunos con hijos en unas vacaciones lejos de los parques, el cine, y más cerca a las pantallas y los audífonos. Se cancelaron viajes planeados con meses y se impusieron, al contrario, nuevas rutinas y espacios.
De repente, empezó a estar disponible ese tiempo que se gastaba yendo al trabajo u otras actividades y se compartió más con las personas en casa.
Mientras una pandemia avanza en el mundo, y las autoridades trabajan para mitigar su impacto, es normal que en estos días de confinamiento hayan crecido la incertidumbre, el estrés y la preocupación. Eso dice la especialista en psicología clínica Alejandra Álvarez.
A diferencia de otras generaciones, esta vive una época en la que la tecnología ha traído la sensación de que se pueden controlar las cosas y tener una respuesta inmediata para la mayoría de necesidades. Piense en cuando revisa el clima para planear un viaje o se fija en el tráfico antes de salir. Cuando ve a sus mascotas en el trabajo desde una cámara o cuando sabe si un sitio está abierto o cerrado solo con un clic.
Esa posibilidad de tener el control es una de las 12 fuerzas tecnológicas que están cambiando el rumbo de la humanidad. Así lo explica el autor de tecnología Kevin Kelly en su libro Lo Inevitable (2017). Es habitual, de repente, poder reducir la incertidumbre.
Entonces llega la pregunta: “¿hasta cuándo trabajaré desde casa?, ¿cuándo vuelve mi hijo a la universidad?, ¿será que cancelo ese viaje de mitad de año? Yo creo que para esa época ya todo está normal”. Lo cierto es que todavía no se sabe.
El científico de datos John Guerra explicó, en una conferencia del pasado 1 de abril en el canal Todo es Ciencia, que con los datos disponibles del avance del virus en Colombia se pueden hacer algunos modelos para ver la evolución del mismo comparado con otros países, pero es arriesgado asegurar algo, hace falta información.
“El manejo para la situación es diferente en cada país. Algo que también depende de la responsabilidad de los ciudadanos y decisiones del gobierno”, dijo la viróloga María Fernanda Gutiérrez en entrevista para ese programa.
Si su mente le ha jugado malas pasadas en el tiempo libre o si no sabe cómo manejar la incertidumbre de la situación, estos profesionales en la salud mental dan algunas recomendaciones que puede incluir en su día a día en casa para no sentir que pierde la cabeza.
Y si lo siente, recuerde que no hay nada de malo en ello. Así lo advierte Jorge Franco, médico neuropsiquiatra y fundador del centro Mente Aprende: “Lo anormal es que a uno le resbale esta situación. La clave está en parar de preguntar qué hago para dejar de sentir esto y mejor buscar qué manejo le puedo dar”.
Limite los tiempos para actualizarse
Establezca horarios para informarse sobre el tema y los canales por los que va a recibir información. Evite las cadenas de WhatsApp y los rumores de lo que ha pasado en otros países. Si todo el tiempo está leyendo noticias de lo que pasa en Colombia y en el mundo con el nuevo coronavirus, el pensamiento se va a ir a ese tema y su mente se va a desgastar más rápido de lo que imagina.
Dibuje una balanza
Sí, divida una hoja en dos y en un lado escriba factores de riesgo y en el otro factores protectores. Los de riesgo son: ser sedentario, tener mala alimentación, estar más de dos horas al día en redes sociales, consumir alcohol y sustancias psicoactivas. Los protectores son: hacer actividad física, practicar un hobbie, mantener un lazo emocional cercano, buscar la espiritualidad, meditar. En este tiempo, haga un esfuerzo por eliminar los factores de riesgo de su rutina y potenciar los protectores. Su mente se lo agradecerá
Busque otros temas de conversación
Tan determinante como cuando alguien comienza una dieta o se propone trotar todas las mañanas: procure no redundar en el tema. Aproveche el tiempo en casa con sus hijos y pregunte por lo que sueñan, lo que les gusta, lo que les desmotiva. Haga lo mismo con sus amigos o pareja: concuerde videollamadas para discutir sobre una serie o asistan a un concierto virtual juntos.
Distancia social, no emocional
Organice reuniones virtuales con los que están lejos. No le tenga miedo a sus emociones y pensamientos. Considere que es normal sentir tristeza, estrés e impotencia ante la incertidumbre. Exteriorice esas sensaciones con personas cercanas y fortalezca esos lazos emocionales
Organizar, no controlar
Haga una lista de cosas que solo se pueden hacer en casa: una receta, limpiar ese cuarto olvidado, rutinas de cuidado personal. Si está trabajando desde casa, organice su agenda para que después de la jornada pueda dedicarse a esa lista que ha estado aplazando. Eso le va a dar un sentido de estabilidad al cambio de rutinas.