Jhonatan Torres no aceptó los cargos el pasado 15 de junio, cuando fue capturado. Sin embargo, ya se comprometió con el ente acusador a aceptar los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada.
REDACCIÓN Y COLPRENSA |
Jhonatan Torres Campos aceptó haber desaparecido y asesinado a su cuñada, la psicóloga Adriana Pinzón Castellanos, el pasado 7 de junio, en Zipaquirá (Cundinamarca). Por esta razón, y tras firmar un preacuerdo con la Fiscalía, pagaría 28 años de cárcel y una multa de 600 salarios mínimos mensuales vigentes. Además, estaría inhabilitado para ejercer cargos públicos.
Dentro de este preacuerdo, Torres Campos se comprometió a aceptar los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada, luego de que el ente investigador recolectara –según dijo– abundante material de prueba y evidencia física.
Igualmente, la Fiscalía determinó que la motivación del hombre para cometer el crimen fue económica, pues este tendría “afán” por cubrir varias deudas.
De acuerdo con la investigación, Torres Campos fue la última persona que vio con vida a Adriana Pinzón y entregó versiones contradictorias “para evitar que los investigadores lo descubrieran y ubicaran el cuerpo de su cuñada”, según precisó el ente investigador.
En la ruta de esclarecimiento que siguió la entidad para culpar a Torres Campos del crimen, fueron claves las grabaciones de las cámaras de seguridad del conjunto residencial donde vivía Pinzón.
Según señaló la Fiscalía, el hombre ingresó al apartamento sobre el mediodía del 7 de junio y entre las 6:00 p.m. y las 7:20 p.m. salió en dos oportunidades con el carro de su cuñada. En la primera oportunidad salió con un morral negro; luego, con bolsas plásticas que cargaba con dificultad y que dejó en el baúl.
Los investigadores también estuvieron en el apartamento de Adriana Pinzón, donde los peritos forenses hallaron rastros de sangre en una habitación y en otros puntos.
Adicionalmente, un conocido del investigado se acercó a las autoridades y reveló que Torres Campos le dio a guardar un maletín en el cual tenía cuchillos con manchas de sangre, documentos de la psicóloga como la licencia de conducción, entre otros elementos.
El cuerpo de Pinzón fue hallado el pasado 23 de junio en una zanja ubicada a un costado de una vía de la vereda Río Frío, en Zipaquirá (Cundinamarca). La mujer estaba oculta en cuatro bolsas plásticas industriales y, según el dictamen del Instituto de Medicina Legal, tenía heridas ocasionadas con arma cortopunzante.
Esta condena solo será efectiva cuando un juez apruebe la negociación entre las partes.
