No es menor cosa que el alto comisionado de la ONU para los Refugiados haya destacado las apuestas del Distrito y la Gobernación, sobre todo en medio de la pandemia de la covid-19, para atender a la población migrante.
En su más reciente visita a Barranquilla, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, aseguró que quedó “conmovido” con los modelos de integración e inclusión que han puesto en marcha los gobiernos locales para incluir e integrar a los migrantes venezolanos en los diferentes programas y estrategias que han puesto en marcha para cumplir sus planes de desarrollo.
No es menor cosa que el alto funcionario de ese organismo de la ONU haya destacado las apuestas que han hecho el Distrito y la Gobernación, sobre todo en medio de la pandemia de la covid-19, para atender a esta población que solo en el área metropolitana de Barranquilla representa el 10 % del total, es decir 138.619 venezolanos, según cifras de Migración Colombia, a corte de enero de este año.
Solo en la capital del Atlántico al menos 20.000 jóvenes migrantes accedieron al sistema educativo y otras decenas de miles son atendidos en el sistema de salud. También se destaca el acompañamiento que realiza la Alcaldía para la formación de 100 migrantes, radicados en la ciudad, con la intención de que puedan vencer las barreras de acceso al mercado laboral.
Entre tanto, en los diferentes municipios del departamento se destaca la articulación con las distintas agencias de cooperación internacional y organizaciones de población refugiada para brindar salud a esta población. Solo en 2020 fueron atendidos unos 11.000 migrantes en medicina general, odontología, ginecología, psicología, enfermería, protección, entrega de medicamentos y laboratorios.
Todas esas acciones enmarcadas en la política migratoria de Barranquilla y el Atlántico fueron catalogadas por Grandi como un ejemplo para otras naciones, debido a que están centradas en lograr que esta población pueda vivir de manera digna y en un marco de respeto por los derechos humanos.
La implementación del Estatuto de Temporal de Protección para los migrantes venezolanos fue otro de los mecanismos que validó el alto funcionario y al que calificó como “un efecto Colombia”, ya que gobiernos como el de Ecuador y el de Perú anunciaron modelos de protección similares para esa población en sus países.
Este documento permitirá que más de 1,7 millones de venezolanos puedan permanecer de forma legal en el territorio colombiano, además de acceder a una serie de beneficios que en últimas los convertirán en ciudadanos que contribuirán y aportarán a la economía del país.
Sin embargo, el alto funcionario demandó mayores esfuerzos para promover escenarios de mejor protección para los migrantes en medio de otras crisis como el cambio climático y la pandemia del coronavirus, que en los últimos meses han presionado la movilidad forzada de esta población en el continente.
Es imperativo que estas políticas de inclusión queden afianzadas en los distintos actores que las promueven a fin de que puedan mantener una vigencia prolongada, más allá de los actuales gobiernos, con miras a garantizar la seguridad de esta población tan vulnerable que, a simple vista, nos acompañarán por un largo tiempo.
