POR DANIELA OSORIO ZULUAGA |
Durante el confinamiento, según datos de la Subsecretaría de Salud Pública de Medellín, las llamadas a la Línea Amiga aumentaron en un 900 %, al pasar de 650 a 5.850 solicitudes de atención mensuales, en su mayoría orientadas a contener crisis emocionales y de pérdida del sentido de la vida.
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Ese panorama, que indica un mayor deterioro en la salud mental de los medellinenses, fue el empujón que necesitaba el proyecto de acuerdo 08 de 2020, presentado por parte de la Alcaldía al Concejo en abril de este año, para actualizar la política pública de Salud Mental y Adicciones, tal como lo explicó el presidente de la corporación Luis Bernardo Vélez, quien lideró la iniciativa.
Sin embargo, y aunque las condiciones de la pandemia pusieron la problemática sobre la mesa, el tema de salud pública requiere intervención. Cifras de la Secretaría de Salud de Medellín indican que en la ciudad se registraron 2.477 intentos de personas por quitarse la vida durante 2019, de los cuales 66 % fueron de mujeres y 34 % de hombres. Además, el 40% de los casos correspondió a jóvenes entre los 18 y los 28 años de edad. Un total de 170 personas murieron a causa de esta problemática.
Una nueva ruta de atención
La actualización de la Política Pública también obedece a un requerimiento Nacional. Vélez explicó que con la Resolución 4886 del 7 de noviembre de 2018, en la que Ministerio de Salud y Protección Salud adoptó la Política Nacional de Salud Mental, se dio un plazo hasta 2021 para que las entidades municipales y regionales actualizaran sus propios planes de atención.
“Entonces se actualiza por varias razones. Primero porque está esa directriz del Gobierno, pero también porque había una necesidad de avanzar en este tema en la ciudad. Las problemáticas han cambiado desde 2011 y el tema de salud mental y adicciones tiene hoy abordajes diferentes”, dijo el concejal Vélez refiriéndose a la última actualización de la política, la cual se dio hace nueve años.
Ahora bien, la nueva norma cuenta con un enfoque diferencial y poblacional para jóvenes, mujeres, población Lgtbiq y habitantes de calle. Lo aprobado en el Concejo permitirá atender, tratar e investigar situaciones como la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la esquizofrenia y otras psicosis; la demencia y los trastornos del desarrollo como el autismo.
Sumado a eso, esta actualización también se enfoca en un problema de salud pública que afecta en especial medida a Medellín: las adicciones a sustancias psicoactivas.
Tal como lo arrojó el Estudio nacional de consumo de sustancias del Observatorio de Drogas de Colombia, en 2018 Medellín y su área metropolitana tenían la mayor tasa de consumo de drogas del país con el 8,2%, seguido por Quindío y Risaralda, con cifras superiores al 6%; y de Antioquia y Meta, con el 5%.
Para trabajar en ambos enfoques, Vélez destacó la importancia de una gestión entre la institucionalidad y las comunidades para lograr una atención integral a los problemas y trastornos mentales que se puedan presentar sin importar edad o condición social.
Además, resaltó que las problemáticas de salud mental y adicciones tienen que dejar de ser tratadas como asuntos aislados o individuales, y que “está nueva política plantea esa posibilidad de que empecemos a hablar de un tema de salud pública que nos afecta como comunidad y que, por ende, requiere de más inversión, proyectos y despliegue administrativo para solucionarlos”, dijo.
Lo aprobado
Así pues, la nueva política pública que se aprobó en segundo debate por unanimidad del Concejo el pasado 9 de noviembre, tendrá cinco ejes de trabajo: promoción de la convivencia y la salud mental; prevención de los problemas de salud mental individual y colectiva; atención integral; rehabilitación integral e inclusión social y gestión, y articulación y coordinación sectorial e intersectorial.
Durante la plenaria, la secretaria de Salud Andree Uribe Montoya explicó que esta política pública se convierte en la hoja de ruta de la administración para la atención, prevención y promoción de la salud mental en Medellín.
“Este ha sido el resultado de un trabajo continuo de diversos actores; la administración municipal, el Concejo de Medellín, el sector académico, el sector salud y la ciudadanía”, dijo Uribe Montoya mientras explicaba que otro de los aspectos clave será la ejecución de acciones en los entornos educativos, familiares, laborales, comunitarios, institucionales y virtuales.
Por su parte, Vélez se mostró satisfecho con el resultado del proyecto y manifestó que lo que sigue le corresponde a la Secretaría de Salud y a la administración municipal. “La tarea siguiente será la reglamentación, el cómo lo vamos a hacer, ahí también seguiremos acompañando y haciendo un proceso de veeduría”.
Por último resaltó que el Concejo espera que hayan más espacios de escucha en los barrios, “una línea amiga más fortalecida y con más respuesta, y más profesionales sociales para atender la demanda. Ese será el camino”, concluyó. .
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARÉNTESIS
EL METRO TENDRÁ MÁS “ESCUCHADEROS”
Dos meses después de que se inaugurara el primer “Escuchadero” en la estación San Antonio del metro, la Alcaldía informó que la ciudad tendrá más espacios como ese para la atención psicológica de los ciudadanos. La estrategia, que se empezará a implementar en otras estaciones del servicio metro, se da en el marco de la pandemia pero cuenta con todos los protocolos de bioseguridad. La administración municipal informó que esta hace parte del proyecto ¿Cómo va la vida? y cuenta con el apoyo de las secretarías de Cultura Ciudadana, Salud y Juventud, del Metro de Medellín y del Área Metropolitana.
