La Diócesis de Santa Rosa pidió al Estado Colombiano proteger la libertad religiosa y pidió a las autoridades encontrar a los responsables.
En un lapso de un mes y tres días han aparecido figuras religiosas vandalizadas en cuatro municipios de Antioquia. El último caso se registró este miércoles, cuando los habitantes que se movilizan entre Yarumal y Angostura atestiguaron el desastre que dejó un hombre misterioso a su paso, quien se tomó todo el tiempo del mundo para destruir varias figuras religiosas de la virgen, del Corazón de Jesús y del Padre Marianito.
El hecho ocurrió específicamente entre el trayecto conocido como Mallarino y el municipio de Angostura, en la vía que conecta a Yarumal con el citado municipio del Norte de Antioquia, cuna del padre Marianito.
Algunas cámaras registraron el paso de un hombre en moto quien dañó altares de la virgen, imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, de Cristo y del padre beatificado hace 24 años por el papa Juan Pablo II. También fue violentada la iglesia de San José del municipio.
Juan Atehortúa, un habitante del municipio, señaló que están consternados con lo ocurrido, pues resaltó que no solo el pueblo sino toda esa zona del Norte de Antioquia tiene una población profundamente creyente y muchas de las figuras y altares que se encuentran en las vías que conectan a los municipios vecinos tienen, dijo, incluso más de un siglo y siempre fueron respetados, tanto por la propia comunidad como por los turistas “y hasta por los grupos armados en los años duros de la guerra jamás se metieron con estos elementos”.
“No entendemos entonces qué motivación pudo tener quien o quienes hicieron eso. Por el arraigo religioso se ha hecho común tener en las cabeceras, en los altos de las veredas, al lado de las vías acá en Angostura, en Carolina, en Santa Rosa, en el propio Yarumal estos símbolos de agradecimiento o de fe y siempre han sido cuidados. Esperamos que den con los responsables porque es algo que nos quita tranquilidad”, manifestó.
La Diócesis de Santa Rosa de Osos reportó también que hubo ataques a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Yarumal, y recordó además lo ocurrido en Amalfi hace un mes con el ataque a varias figuras históricas que custodiaban los cerros del municipio. “Rechazamos estos actos de vandalismo que atentan contra En una semana vandalizaron 6 monumentos religiosos en Granada, Antioquia, la fe de la iglesia, y son una profanación a nuestros lugares y objetos sagrados”.
La Diócesis expresó que estos actos “vulneran el sentimiento religioso, y, por lo tanto, son una libertad a la libertad religiosa, tipificada en el artículo 201 del Código Penal Colombiano. Asimismo, son una provocación que impide el libre ejercicio del culto público, según los artículos 202 y 203 del mismo Código”.
La Diócesis le pidió al Estado Colombiano proteger el derecho fundamental a la libertad religiosa y de cultos. También le pidieron a las autoridades encontrar a los responsables y a la comunidad cristiana católica de la Diócesis de Santa Rosa le pidieron “orar para que estos atentados contra la fe no nos desanimen”.
Las autoridades de ambos municipios no se han pronunciado todavía.
Hay que recordar que el pasado 15 de agosto aparecieron mutiladas las dos figuras, dos vírgenes ubicadas en el Alto de Cristo y el Alto de la Línea o de la Virgen, a ambas les desfiguraron el rostro y las atacaron con objetos contundentes con evidente saña. El Alto de la Virgen es uno de los cerros tutelares más visitados. Allí está ubicada la Virgen Inmaculada Concepción, patrona de los amalfitanos. La otra figura atacada está rodeada por catorce cruces y es un lugar cargado de simbolismos para los habitantes del municipio. Inicialmente, las autoridades de Amalfi apuntaron a la posibilidad de que se tratara de delincuencia común.
El pasado fin de semana aparecieron decapitadas y vandalizadas varias figuras de la virgen en veredas de Granada y El Santuario.
El padre Benancio de Jesús Ochoa, párroco de la parroquia Santa Bárbara de Granada, le dijo a EL COLOMBIANO que se han conocido las denuncias de estos hechos en por lo menos tres veredas del municipio, unas de ellas en límites con San Carlos, y que la situación tiene a la gente triste y preocupada.
“No sabemos qué pasa, uno entra en preocupación porque el que está haciendo esto no debe ser alguien como muy normal, es alguien malintencionado, son imágenes a las que la gente les tiene mucha fe”, señaló el padre Benancio.
La misma idea tienen otras personas de la comunidad que esperan que las autoridades logren establecer por qué dañaron las imágenes. También allí adelantan las investigaciones, según manifestó la alcaldía, y no descartaron la posibilidad de que se trate de delincuentes comunes y vándalos.
Sin embargo, ante un nuevo hecho reportado, los feligreses en el departamento empiezan a cuestionar si hay otros factores detrás de este ataque a figuras religiosas.