Pablo Mattos
La comunidad pide una intervención ante los hechos de inseguridad en el sector.
La mitad del Puente Pumarejo, una de las obras de infraestructura más emblemáticas del Caribe colombiano, lleva cerca de diez meses sin iluminación debido a la avería de un transformador. Hasta el momento no hay una respuesta oficial de las entidades responsables.
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Así denunció la situación Wilson Mancilla, líder de la comunidad del suroriente de Barranquilla. Según explicó, el transformador afectado es el que suministra energía desde el sector de Palermo hasta la mitad del puente, y su reparación o reposición tendría un costo estimado de 50 millones de pesos.
El líder comunal indicó que se ha elevado la situación en varias ocasiones tanto a Invías, como a la concesión del alumbrado público y a la Gobernación del Magdalena, sin obtener respuesta. La preocupación principal es la inseguridad que esto representa para quienes transitan por el puente en horas de la noche o hacen ejercicio sobre la estructura.
“Hemos solicitado varias veces a Invías y a la Gobernación del Magdalena que solucionen el problema de iluminación del puente Pumarejo. La mitad del puente lleva meses a oscuras, lo que pone en riesgo la seguridad de quienes lo usan de noche. No se justifica que una obra de 780 mil millones esté así por un simple transformador”, aseguró Mancilla.
Situación del antiguo Puente Pumarejo
Mancilla también se refirió a la situación del antiguo Puente Pumarejo, cuya estructura permanece en pie pese a que fue reemplazada hace seis años por el nuevo puente inaugurado en 2019 por el entonces presidente Iván Duque.
Indicó que el puente viejo ha sido completamente vandalizado: sus lámparas y cableado fueron robados hace tiempo, y actualmente se encuentra sin vigilancia ni intervención estatal.
Aunque existe un proyecto para convertir los extremos del puente en un espacio turístico (uno en Barranquilla y otro en Palermo) y demoler únicamente el tramo que cruza el río Magdalena, no se ha gestionado el financiamiento necesario para ejecutar la propuesta.
La demolición cuesta alrededor de 104 mil millones de pesos y, hasta ahora, ni el Gobierno nacional ni las autoridades locales han adelantado el proyecto.