MATEO ISAZA GIRALDO |
La administración municipal oficializó en la mañana de este viernes la decisión de aplicar un toque de queda nocturno en la capital antioqueña para el fin de semana que se avecina.
El toque de queda, según indicó la Alcaldía, regirá desde las 10:00 p.m. de este viernes (21 de agosto) hasta las 6:00 a.m. del sábado 22 y desde las 10:00 p.m. del sábado hasta las 6:00 a.m. del domingo (23 de agosto).
La medida no implica Ley Seca, pero sí se mantiene la restricción de consumir licor en lugares públicos tal como lo reglamenta el actual decreto del aislamiento preventivo obligatorio.
(Lea aquí Las cuatro razones de la Gobernación para sugerir nuevas cuarentenas los fines de semana)
“Buscamos proteger la salud y la vida de los medellinenses, atendiendo así mismo la solicitud de la Gobernación de Antioquia y del Ministerio de Salud y Protección Social de mantener una estrategia que nos permita enfrentar un posible aumento de casos en Medellín, pero sin frenar la vida productiva”, aseguró Esteban Restrepo, secretario de Gobierno de Medellín.
Por ahora se desconoce si más municipios del área metropolitana se unen a la medida de Medellín. Lo que sí es seguro es que la rotación del pico y cédula se mantiene tal como estaba para lo que resta de semana:
Viernes: 6 y 7
Sábado: 8 y 9
Domingo 0 y 1
Recuerda el #PicoYCédula para la semana del 18 al 23 de agosto.
Podrás abastecerte de alimentos o realizar actividades autorizadas por el Gobierno Nacional. No olvides usar tapabocas😷, lavar tus manos con agua y jabón, y mantener el distanciamiento físico. #MedellínCuidadoTotal pic.twitter.com/TT6KJLS8Qe— Alcaldía de Medellín (@AlcaldiadeMed) August 16, 2020
Bajar la presión a la red hospitalaria
El gobernador (e), Luis Fernando Suárez Vélez, explicó que hay cuatro razones que los invitan a pensar que septiembre será un mes complejo en la atención a la pandemia en el departamento por lo que continuar las cuarentenas de los fines de semana podría ayudar a mitigar la presión sobre la red hospitalaria que ya ajusta tres semanas en alerta roja:
“Lo primero es la cosecha cafetera que cada día está llegando más población (recolectores) a los municipios del Suroeste y las estimaciones es que tendremos entre 1.000 y 6.000 contagios y sin duda eso va a presionar al sistema de salud; lo segundo es que está evidenciado por los epidemiólogos que en septiembre hay un incremento en la demanda de servicios de salud, muy influencia por los servicios de ginecobstetricia (partos y cuidado de maternas); lo tercero es que el personal de salud en septiembre ajustará 200 días de trabajo intenso por la pandemia y esto genera agotamiento y hay casos de contagios y camas UCI bloqueadas para atender al personal de salud y, por último, las proyecciones indican que en septiembre la ocupación hospitalaria va a estar por encima del 85 y 90 %”, explicó.
Por tal motivo desde ayer aconsejó a los diez alcaldes del Aburrá reconsiderar la decisión de levantar las cuarentenas que venían desarrollando los fines de semana y sugirió un esquema de 5-2 (apertura de lunes a viernes y cierres los fines de semana).