La fuerte sequía que está impactando a varias regiones de Colombia podrían afectar la producción de energía ante las disminución de los niveles de embalses, lo que podría generar un riesgo de apagón a finales del 2020.
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De acuerdo con las proyecciones del Gobierno, para diciembre y los primeros meses del 2021 se podría registrar una fuerte sequía o un fenómeno del niño por lo que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), ya expidió a finales de abril una circular, la resolución en consulta 080, que le daría paso al gobierno para que intervenga el mercado eléctrico para obligar a las hidráulicas a mantener la reserva de agua.
Hoy los niveles de los embalses están en el 32%, pero si continúa la falta de lluvia y éstos descienden como hace cuatro años al 23%, allí la situación se pondría color de hormiga, de acuerdo al ingeniero Carlos Pantoja, presidente de ACIEM.
«Hoy la generación de energía en Colombia es del 80% hidroeléctrica y 20% térmica, condiciones que son normales para el sistema, pero si no hay lluvias este esquema podría cambiar y allí la situación se tornaría crítica», indicó Pantoja.
De acuerdo con el ingeniero, las termoeléctricas en esta ocasión no tienen excusa para declararse «no disponible», como ocurrió hace cinco años y que causó toda una polémica por interrogantes que dudaban del destino que había tomado el cargo por confiabilidad que reciben estas térmicas para que estén listas cuando se requiera mayor producción del sector.
«Hoy estas centrales tienen disponible el gas y están recibiendo este subsidio», agregó el ingeniero quien advierte que las tarifas finales de los usuarios sí se verían impactadas.