Video muestra cómo operan. En vía Buga-Buenaventura cobran $250 mil a carros y $500 mil a camiones.
UNIDAD INVESTIGATIVA
En la emblemática Calle Quinta de la ciudad de Cali y en la Oriente permanecen instaladas algunas barricadas que impiden el paso vehicular desde y hacia algunos conjuntos residenciales, alegando que hacen parte del paro nacional.
El sábado 15 de mayo, un retén de púas solo se corría a cambio de sumas que van desde los 5 mil a los 10 mil pesos, para carros particulares. Andrés, un joven universitario que pasaba a pie por el lugar, también fue abordado y al negarse a entregar el mercado que llevaba y 300 mil pesos que tenía en su billetera, recibió una puñalada en el pecho y hoy está hospitalizado.
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En la Calle 5, para que pase el camión de la basura, los habitantes deben negociar con quienes cuidan las barricadas, que usan parlantes y equipos de sonido a toda hora, pólvora y ‘papas bomba’ para intimidar a los habitantes.
«Nos están amenazando con ingresar y quemar el conjunto, según ellos, porque hay policías infiltrados. Dicen que desde aquí se han hecho disparos contra ellos; y a los hombres los requisan», le dijo a EL TIEMPO un administrador.
Ni siquiera los bomberos se libran del hampa que montó un negocio ilegal,
escudado con las marchas pacíficas y movilizaciones.
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«Hay que decirlo con la verdad y es que muchos de los bloqueos los están haciendo delincuentes. Se están aprovechando de esta situación», le dijo a EL TIEMPO el teniente John Fitzgerald, Jefe de Emergencias de Bomberos Cali.
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«Las personas de estos peajes ilegales no hacen diferencia si es un vehículo de emergencia o particular y se da el mismo tratamiento. (…) Importa poco que nos estemos desplazando a salvar la vida de una persona. Nos han exigido plata para dejarnos pasar. Nos han bloqueado totalmente. Ni siquiera facilitan que la máquina o el carro pueda devolverse en una próxima esquina. En algunos sitios hemos tenido amenazas de que nos van a quemar los carros», señala Fitzgerald.
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Una situación similar se vive en tramos clave de las carreteras del Valle y del Cauca.
En la vía Buga-Buenaventura, en retenes ilegales intermitentes, les cobran $250 mil a los carros particulares para que puedan pasar. Y la tarifa se eleva a $500 mil y hasta a un millón de pesos para los camiones que transportan alimentos, mercancía desde y hacia el puerto y medicamentos, especialmente para pacientes que requieren diálisis.
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EL TIEMPO revela un video en el que agentes en cubierto de la Dijín ruedan por una de las carreteras, se topan con un retén ilegal en donde estaban extorsionando a un taxista, y detiene a los encapuchados.
Con este tipo de operativos se han levantado varios de los bloqueos que alegaban hacer parte de las movilizaciones pero que son operados por los llamados Grupos Delincuenciales Comunes Organizados.
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También en Palmira y Cartago
A esos mismos grupos se les atribuyen las asonadas en la sociedad portuaria TCBuen, en donde atacaron bodegas con mercancía que fueron saqueadas y luego incineradas.
Y en la vía Cali-Palmira, en la zona conocida como ‘Paso Comercio’ están operando varios de estos retenes ilegales, operados por grupos ilegales que autoridades ligan con bandas que operan en el Jarillón y Floralia.
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El 10 de mayo, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, llegó a un acuerdo con jóvenes que bloqueaban el tránsito por el puente de ‘Paso del Comercio’. Pero en los al rededores, operan algunos grupos, ajenos a la movilización, que siguen exigiendo dinero.
Algo similar ocurre en la vía que comunica a Cali con Cartago, en el sector de Amaime, cerca a algunos ingenios azucareros.
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Los operativos de la Policía contra estos retenes continúan. Sin embargo, solicitan que la gente denuncie.
«Estamos agotados. No sabemos qué más hacer», le dijeron a EL TIEMPO líderes sociales de Cali. Y sectores de los camioneros ya han pedido el apoyo de la Policía para evitar que los conductores sean víctimas de estos retenes del hampa.
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