El sur de Bolívar vive una crisis humanitaria por enfrentamientos armados. Desplazamientos masivos y un llamado urgente al Gobierno nacional para intervenir.
El sur de Bolívar enfrenta una grave crisis humanitaria por enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo.
En las últimas semanas, los constantes combates han obligado a decenas de familias a huir de sus hogares, generando un aumento en los desplazamientos hacia otras regiones.
Manuel Berrío, secretario de Seguridad de Bolívar, advirtió sobre la gravedad de la situación e instó al Gobierno nacional a intervenir de manera urgente.
“La situación en el sur de Bolívar se encuentra dentro de los parámetros que, tristemente, se han vuelto habituales para la región. Estas agrupaciones nunca han dejado de delinquir, y la población, en muchos casos, ha desarrollado una especie de resignación ante su presencia. Sin embargo, lo que no podemos permitir es que se humanice la guerra ni que estas dinámicas se normalicen. Hoy hacemos un llamado al Gobierno nacional para que no solo atienda la situación del Catatumbo, sino también las necesidades urgentes del sur de Bolívar. Esta región presenta condiciones que históricamente justifican medidas excepcionales como las que se han aplicado en otras zonas del país”.
Según Berrío, comunidades como Tomás, El Tomate y El Minguillón, en Montecristo y Santa Rosa del Sur, han sido las más afectadas por los desplazamientos internos. La falta de atención del Gobierno nacional podría intensificar la crisis, poniendo en riesgo a las más de 200.000 personas que habitan la región minera de San Lucas.
Aumento de la violencia por alianzas criminales
De acuerdo con las autoridades, en el sur de Bolívar operan múltiples estructuras armadas del ELN, como los frentes Alfredo Gómez Quiñones, Luis José Solano Sepúlveda, Guillermo Ariza y la Compañía Tito Marín. A esto se suman subestructuras del Clan del Golfo, como la Móvil Euclides Arley Pérez Góez, Erlin Pino Duarte, Edwin José Sierra Regino y Édgar Madrid Benjumea.
Según datos entregados por el secretario de Seguridad, desde enero de 2024 el ELN y las disidencias de las FARC formaron una alianza para enfrentar al Clan del Golfo, complicando aun más el panorama de seguridad en la región.
“En el sur de Bolívar, el ELN y las disidencias de las FARC operan como una sola organización desde enero de 2024. Esta alianza ha complicado más la situación de seguridad en la región”, indicó Berrío.
Los hechos violentos también han afectado gravemente a menores de edad. En Morales, tres jóvenes desaparecieron hace cuatro meses. De ellos, Estiven Garzón Guzmán, de 13 años, fue hallado sin vida en la región del Catatumbo, mientras que los otros dos, Leidis Nicol Yañez García y Johiner Rangel Revuelta, siguen desaparecidos. Según fuentes locales, los menores fueron obligados a abandonar sus hogares bajo amenazas o a cambio de dinero.
Limitaciones militares y necesidad de intervención estatal
Aunque la región cuenta con ocho batallones del Ejército y un general a cargo en Santa Rosa del Sur, las operaciones enfrentan restricciones debido a protocolos establecidos en los diálogos de paz, que exigen notificar los movimientos de tropas. Esto ha permitido que los grupos armados ilegales anticipen las acciones militares, dificultando la respuesta de las fuerzas armadas.
“Es fundamental que el presidente visite el sur de Bolívar y se reúna con los alcaldes y el gobernador para conocer de primera mano la realidad de la región. Además, solicitamos que el Gobierno dé autonomía al Ejército para actuar con mayor libertad y contundencia contra estas organizaciones criminales. No se trata solo de asignar más recursos, sino de permitir que se utilicen de manera efectiva en el terreno”, subrayó el secretario de Seguridad.
Gobernador Arana hizo un llamado al Gobierno nacional
A través de un mensaje en su cuenta de X, el mandatario expresó su solidaridad con las víctimas de desplazamientos masivos en el Catatumbo, pero subrayó que Bolívar vive una situación similar que requiere acciones urgentes. “Como departamento, necesitamos los ojos del Estado en nuestros municipios del sur, donde en este momento se registran desplazamientos”, afirmó Arana, haciendo énfasis en la situación crítica de municipios como Santa Rosa del Sur y Montecristo.
Datos de la Defensoría del Pueblo
Según informes de la Defensoría del Pueblo, esta es la crisis más grave que ha enfrentado la región en los últimos años, con desplazamientos masivos hacia ciudades como Bucaramanga, Barrancabermeja y Antioquia. Al menos 150 personas han huido del sur de Bolívar debido a los enfrentamientos que se han intensificado en zonas rurales, como en Santa Rosa del Sur, donde las autoridades reportan que más de 168 personas se han desplazado en las últimas dos semanas.
En Bucaramanga, la llegada de desplazados provenientes del sur de Bolívar genera presión adicional sobre los recursos y servicios públicos. Muchas de estas familias, que en su mayoría son campesinas, denuncian que las amenazas de los grupos, sumadas a la constante incertidumbre sobre su seguridad, los obligaron a abandonar sus hogares.
Los recientes desplazamientos son también consecuencia de masacres perpetradas por los mismos actores armados en otras zonas del país, como en Norte de Santander, que han dejado una estela de terror entre las comunidades más vulnerables.