Por segundo año consecutivo la alcaldía determinó que los silleteros premiados sean los que ingresen al estadio.
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El alcalde Daniel Quintero entregó nuevos detalles este lunes, en medio del consejo de gobierno, de cómo será la Feria de las Flores que se realizará este año entre el 5 y el 15 de agosto.
Quintero resaltó, nuevamente, el regreso del Desfile de los Silleteros, el 15 de agosto, a las calles de Medellín que tendrá la posibilidad de que la ciudadanía acceda a los palcos, aunque necesitarán boleta para ingresar. El alcalde pidió estar atentos a las redes sociales oficiales para conocer cuándo, cómo y dónde podrán reclamar el pase.
Eso sí, el mandatario señaló que aunque democratizarán la mayoría de los asientos de los palcos el día del desfile, sí habrá unos exclusivos que entregarán a hoteles y agencias para que los incluyan como parte de los paquetes turísticos y esto sirva como incentivo para que llegue la mayor cantidad de turistas extranjeros.
Pero el principal anuncio que hizo sobre la Feria este lunes fue la confirmación de que, nuevamente, los silleteros ganadores y finalistas desfilarán al interior del Atanasio Girardot.
Quintero explicó que tras el desfile en el que 520 silleteros engalanarán las calles de la ciudad, habrá otro evento en el estadio al que solo accederán los silleteros premiados y finalistas, es decir, 55 exponentes silleteros, para tener otro reconocimiento del público.
El mandatario explicó que la idea es que los silleteros cierren el evento llamado Orgullo Paisa, en el que desfilarán los mejores exponentes de varios en varios sectores: los mejores docentes, estudiantes, deportistas, líderes sociales, entre otros. Y, al cierre, saldrán los silleteros a recibir el reconocimiento del público en medio de un acto que tendrá un concierto de cierre.
El año pasado, la selección de los silleteros ganadores para desfilar al interior del Atanasio desencadenó un problema que todavía los silleteros mantienen fresco. La Alcaldía decidió negar el ingreso a la totalidad de los silleteros y estos tuvieron que quedarse fuera del escenario, aguantando hambre y calor, hasta que por decisión propia decidieron ingresar al estadio a reclamar su lugar como anfitriones de la tradición silletera.
El desplante, que la Alcaldía negó en su momento, todavía está fresco en la memoria de los silleteros. Jaime Atehortúa, el silletero más laureado en la historia, señala que aunque tras el hecho la administración distrital se comprometió a resarcir con mejores condiciones para los silleteros este año, prevalece la desconfianza entre ellos. “No tenemos razones para confiar en ellos. Pero esperemos que les haya quedado claro que no nos tiembla la mano para hacernos respetar, y también la ciudadanía está muy pendiente de nosotros”.