Mientras los familiares y amigos del reconocido productor musical Dr. Velásquez y su esposa, les estaban dando el último adiós en un acto privado en la iglesia Santa Gemma en Medellín, al mismo tiempo, se llevó a cabo la audiencia contra Julián Alberto Quintero, mayordomo de la finca donde fueron encontrados los cuerpos de las víctimas.
Tras dar varias versiones a las autoridades, el señalado asesino se entregó de forma voluntaria y proporcionó, también, el arma de fuego con la que presuntamente habría cometido el delito.
«Tenemos una declaración de él, en el que dice que él tuvo la comisión de la conducta y adicionalmente en paso seguido él procede a hacernos entrega del arma, que cotejándola coincide con las dos detonaciones el día de los hechos», detalló Daniel Gómez, abogado de las víctimas del productor musical.
El señalado asesino no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía, por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego.
La audiencia continuará este viernes 14 de junio, a las 8:30 de la mañana, tras la solicitud de la defensa de Quintero Agudelo.
«No quiere decir que el caso esté cerrado. Quiere decir que hay un autor material presunto al momento, pero es necesario seguir con las investigaciones para adentrarnos y determinar cuáles son los móviles que a este autor material lo motivaron», indicó.
¿Qué pasó el pasado 8 de junio?
Según el reporte entregado por las autoridades, la pareja de esposos estaba compartiendo con una persona que salió a comprar alcohol y, al regresar, encontró el cuerpo del hombre.
En ese momento, el hombre fue hallado en una sala de juegos. Al entrevistar al tío de Velásquez, quien estaba con la víctima, este afirmó que cuando regresó de comprar el licor encontró a su sobrino sin vida.
Fue el mismo testigo de los hechos quien entregó a la Policía un arma de fuego de menor letalidad.
Sin embargo, minutos después de realizar la inspección del hombre, las autoridades encontraron otro cuerpo en la misma vivienda. Al recolectar la información, se dieron cuenta de que era la esposa de la primera víctima. La mujer estaba en otra habitación, tendida sobre la cama y cubierta con una sábana ensangrentada.