La obra estaba presupuestada para iniciar en 2034, pero el alto flujo vehicular obligó a que comenzara este año; terminaría en 3 años y medio.
Una década antes de lo pensado comenzaron a ejecutar la segunda calzada del Túnel de Oriente con la excavación del segundo túnel Santa Elena. El incremento exponencial de los vehículos circulantes llevó a que se adelantaran los trabajos, con lo que se espera que en tres años y medio puedan transitar en sentido Rionegro-Medellín.
Con una inversión de $1,26 billones, en su mayoría provenientes del sector privado, se busca hacer la excavación y adecuación del segundo túnel Santa Elena, que estaba sirviendo como galería de rescate. Este tiene una longitud de 8,2 kilómetros, además del segundo túnel Seminario, de 780 metros. A estos se suman los 4,5 kilómetros de viaductos y vías a cielo abierto que servirán como conexión de ambos túneles.
Mauricio Ossa, director de Odinsa Vías, la entidad encargada de este proyecto y socio mayoritario de la concesión vial Aburrá-Oriente, explicó que las obras se ejecutarán en varios frentes, teniendo en cuenta que ya están los permisos ambientales y solo faltan cuatro de la totalidad de predios necesarios para los viaductos, lo que no afectaría el inicio mientras se hace el cierre de los negocios con los dueños.
“Estamos pensando en trabajar en cuatro o cinco frentes de obra simultáneos que van comenzar escalonadamente dentro de 60 días. Vamos a arrancar tan rápido en virtud de que hay los recursos y vamos a gestionar un crédito puente para cumplir con el compromiso que hemos adquirido y es que en tres años y medio, por tardar, estemos entregando al servicio el viaducto completo”, dijo Ossa, quien también indicó que de todos estos trabajos, la construcción de los viaductos no hace grandes intervenciones a la montaña, más allá de la construcción de las pilonas para soportar los corredores. Estos serán paralelos a los ya construidos y están recibiendo vehículos, de manera oficial, desde la noche del 15 de agosto de 2019.
La primera etapa serán los 4,5 kilómetros de vías a cielo abierto entre el túnel Seminario 2 y el túnel Santa Elena 2, que están conformados por 1,5 kilómetros de vías. Los otros 3 kilómetros se harán sobre 12 puentes y viaductos.
La segunda parte de vías a cielo abierto se desarrollará entre el túnel Santa Elena 2 y la salida en la vía Sajonia-aeropuerto José María Córdova, en Rionegro. Allí se harán 800 metros entre la salida del conducto vehicular y el peaje de Sajonia, y otros 380 metros entre las casetas de cobro y la doble calzada que lleva al terminal aéreo.
Lo que corresponde al túnel Santa Elena, este ya estaba excavado, por lo que los trabajadores deben enfocarse en labores complementarias como la pavimentación, ubicación de los equipos electromecánicos, drenaje, red contra incendios, cámaras de seguridad, comunicaciones, señalización, ventilación y revestimiento de la estructura, por lo que se tiene previsto que sea la primera etapa de la obra en culminar.
El segundo túnel Seminario, que conecta con la vía Las Palmas, sí se deberá construir en su totalidad, comenzando por la excavación, revestimiento, pavimentación e instalación de los equipos electromecánicos para sus 780 metros de longitud.
De acuerdo con la Gobernación de Antioquia, la fase inicial de construcción se iniciará con las primeras bases de los puentes Sajonia y Bocana, al tiempo que se va haciendo el proceso de impermeabilización, soporte y drenaje del segundo túnel Santa Elena. Estas labores se ejecutarán en el último trimestre de este año.
Acto seguido comenzarán las actividades para hacer el revestimiento y pavimentación del túnel Santa Elena y los trabajos de excavaciones del túnel Seminario 2. También empezarán las labores en los puentes y viaductos del tramo entre ambos conductos viales de este proyecto.
Habrá conexiones
Como obras complementarias de este megaproyecto, se hará el intercambio de Baltimore, que consiste en una conexión con el barrio Loreto y la vía las Palmas, haciendo una ampliación vial, con el fin de permitir el rápido flujo de los vehículos.
Además tendrá conexión con el intercambio vial que se está ejecutando en la actual glorieta del aeropuerto José María Córdova, obras que, según el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, avanzan en un 36%.
“Esto representa un aporte importante en la consolidación de una red de transporte moderna y eficiente entre los dos valles, con la que se reducen los tiempos de viaje entre dos subregiones estratégicas para el departamento”, dijo Rendón.
El #SegundoTúnelDeOriente es símbolo de la confianza y el trabajo en equipo con la empresa privada. Estas son algunas imágenes de referencia de cómo quedará el proyecto en el que empezamos a trabajar de la mano de @Grupo_Argos, @SomosOdinsa y @ConcesionTAO. Progreso, empleo,… pic.twitter.com/GTeDPbBZoA
— Gobernación de Antioquia (@GobAntioquia) August 21, 2024
Los recursos que se utilizarán para la construcción de esta obra no saldrán de las arcas de la Gobernación de Antioquia directamente, sino que serán en un 30% por aportes de capital de los inversionistas, mientras que el restante 70% provendrá de la banca privada, explicaron desde Odinsa Vías.
Al respecto, el gobernador Rendón manifestó que “hoy Antioquia, de nuevo, es un ejemplo de tenacidad, de trabajo conjunto con el sector privado. No se paga, no se concurre aquí con ningún recurso público, sólo se hizo una pequeña fracción en la primera fase del túnel y nos llena de mucha satisfacción que esta obra llegue en un momento en que necesitamos reactivar la economía antioqueña, en medio de las crisis vividas durante los primeros trimestres de este año”.
La importancia de esta megaobra, de acuerdo con Odinsa Vías, es de tal magnitud que los recursos apropiados para tal fin representan el 20,6% del presupuesto total destinado a inversión de infraestructura en general, tanto pública como privada, en Antioquia para este año.
“La importancia de la figura de las concesiones con la figura de APP, que tiene la virtud de habilitar la movilización de recursos del sector privado para la ejecución de este tipo de proyectos, reduciendo la presión sobre las finanzas públicas y garantizando la continuidad de obras estratégicas. En este caso, no hay inversión pública para el desarrollo de la obra”, expresó Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos.
¿Por qué se adelantó la obra?
El principal motivo para que la segunda calzada de este corredor vial se tuviera que adelantar una década es porque el parque automotor circulante aumentó de tal manera que llegó a cifras que estuvieron proyectadas para el 2032.
Cuando se habilitó el paso hace un lustro, comenzaron a transitar un promedio de 12.000 vehículos por día y después de las restricciones por la pandemia del covid-19 la cantidad aumentó a 19.000 carros diarios en 2021. Para este año se llegó a los 29.000 automotores, anticipando la capacidad prevista para dentro de ocho años. Esto representa un aumento del 45% en los últimos tres años.
“Después de la pandemia, y gracias a un trabajo que se venía haciendo, Medellín es hoy uno de los principales destinos turísticos de Colombia. El Oriente antioqueño, por su parte, se convirtió en la gran ciudad de habitación para muchos de los antioqueños, sumado al aumento del tráfico del aeropuerto José María Córdova. Estos factores han ayudado, promovido y anticipado el desarrollo de esta segunda etapa”, explicó el directivo de Odinsa Vías.
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El incremento de viajeros se debe a que los trayectos entre Medellín y el terminar aéreo disminuyeron en cerca de la mitad del tiempo, ya que se pasó de 50 minutos de recorrido a tan solo 26. Desde que pasaron los primeros autos clásicos aquella noche del 15 de agosto de 2019, como parte de un acto protocolario, han transitado 42,5 millones de vehículos, y eso que por esta vía nunca se ha permitido el tránsito de motocicletas.
Ambientalmente amigable
Otra de las cualidades de este proyecto es que es ambientalmente amigable y seguro, puesto que por sus condiciones ha permitido la reducción de un 42% en las emisiones contaminantes efecto invernadero, además de que han reducido en un 48% los gastos de los automotores por el recorte de los recorridos, ya que gastan menos combustibles, llantas y lubricantes. Esto se debe, en parte, a que hay menos pendientes en el viaje, pasando del 7,5% del trayecto de la variante a Palmas a tan solo el 2,2% de esta vía.
Todos estos beneficios en el primer túnel de esta vía le permitieron recibir a la concesión vial Aburrá-Oriente la certificación Carbono Neutral del Instituto Colombiano de Normas Técnicas (Icontec).
“Son proyectos que no tienen impacto ambiental, por así decirlo. Este nuevo túnel va a ser construido con la misma filosofía de gestión del otro, que es Carbono Neutral”, explicó Ossa, agregando que esto se debe a que se produce el 42,2% menos de emisiones de gas efecto invernadero por la combustión de los automotores que lo transitan.
Además del manejo que se efectúa de las emisiones contaminantes, se realiza un trabajo con las aguas que corren por la montaña ubicada sobre este paso vial, haciendo una reutilización adecuada de las mismas para evitar afectaciones al medio ambiente, de acuerdo con las autoridades implicadas en la concesión que opera este corredor.
Con la construcción de esta segunda etapa, no solo se pretende reducir aún más la distancia entre Medellín y su principal terminal aéreo, sino también hacerlo de manera más ágil, ya que por sus características de una calzada en doble sentido, las congestiones se estaban empezando a volver más recurrentes por cuenta del alto parque automotor circulante.
3.5años se estima que demorará la ejecución de todas las obras de la segunda calzada del túnel.
20,6%del presupuesto anual de la infraestructura de Antioquia está destinado para esta megaobra.
45%aumentó la circulación del parque automotor de 2021 a la fecha, según Odinsa Vías.