“Piedad Córdoba actuó deliberadamente en impedir mi liberación”: Íngrid Betancourt.
Con el testimonio de su exasesor “queda comprobado” que era ‘Teodora’, quien fue la que le pidió a ‘Raúl Reyes’ que no la liberara, dijo la candidata.
TOMADO DE: noticiascaracol.com
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Íngrid Betancourt se pronunció tras el informe de Noticias Caracol, en el que se conoció el testimonio del exasesor de Piedad Córdoba, Andrés Vásquez, quien sostuvo ante la Fiscalía que la exdirigente manipuló la liberación de varios secuestrados, entre ellos la candidata presidencial.
“Era una información que ya me había llegado a mí por parte de agencias de la fuerza pública”, comentó Íngrid.
Según ella, “en el computador de ‘Raúl Reyes’ habían podido leer los mensajes que se habían cruzado esta ‘Teodora’ y ‘Raúl Reyes’. Ellos daban por descontado que ‘Teodora’ era Piedad Córdoba, pero ya con el testimonio del exasesor de Piedad Córdoba esto queda ya comprobado”.
En uno de esos correos, agregó Íngrid, “ella dice: ‘No vayan a liberar a Íngrid, ella puede que sea flaca, pero ella siempre ha sido flaca’, ignorando la situación de salud extrema en la que me encontraba en ese momento”.
Fue entonces que liberaron “primero a Clara Rojas, a Gloria Polanco, a Luis Eladio Pérez, que eso fue también una bendición”, sostuvo.
Pero aseguró que “la intencionalidad de que no me incluyeran en ese grupo, la responsabilidad es de Piedad Córdoba”, añadió.
Íngrid Betancourt recalcó que “no se me cruzó por la cabeza que Piedad hubiera podido actuar deliberadamente en impedir mi liberación”.
Esta excongresista hoy en la campaña de Gustavo Petro retrasó deliberadamente mi liberación para obtener dividendos políticos. Ella es parte de la clase política corrupta que intentó sacarme de la política. https://t.co/JAJlGW0dR9
— Ingrid Betancourt (@IBetancourtCol) February 14, 2022
La candidata reveló que supo sobre los presuntos vínculos de Piedad Córdoba con las extintas FARC “hace un par de años, cuando comenzamos a escribir el libro con Juan Manuel Santos y él me comentó”.
Asimismo, cuestionó a la exsenadora porque Piedad Córdoba porque después de su secuestro “se reúne con mi mamá y hermana en mi apartamento y Piedad llora y les dice que para ella mi secuestro es muy duro porque ella me debe a mí mucho por lo que hice por su liberación de los paramilitares”.
“Mi mamá sentía que Piedad era una aliada para la liberación mía”, precisó.
Pero Íngrid Betancourt consideró que la realidad “es que Piedad quería utilizar la salida de los secuestrados para ella poder fortalecerse políticamente y aspirar a la Presidencia”.
Piedad Córdoba manipuló la liberación de Ingrid Betancourt y otros secuestrados, dice su exasesor
El testigo aseguró ante la Fiscalía que ella es alias Teodora de las FARC y que, por ambiciones políticas, manipuló la liberación de los secuestrados.
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Piedad Córdoba habría manipulado la liberación de los secuestrados, coordinada con la cúpula de las extintas FARC, en un plan que incluía impulsarla como posible presidenta de Colombia, incluso hasta el punto de ponerle trabas a las liberaciones de Ingrid Betancourt y los tres contratistas norteamericanos.
Lo dijo Andrés Vásquez, su exasesor, ante las autoridades judiciales: “Hay diferentes acuerdos entre las tres partes, en donde todos se verían beneficiados, entre ellos que si se entregan los secuestrados a Chávez, Chávez sube la popularidad y ganaba el referendo que venía en diciembre 7 de 2007 y también que catapultaba a Piedad con el tema del proceso de paz para ser presidente”.
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Vásquez se refiere a los temas de discusión de Córdoba en diversas reuniones con la cúpula de las FARC. Uno de esos encuentros habría sido con Iván Márquez, Raúl Reyes, Rodrigo Granda y Jesús Santrich, en un campamento guerrillero en la frontera colombo-venezolana. Él mismo dice haber estado en el encuentro en el que la exsenadora incluso les sugirió a los guerrilleros cómo debían presentar las pruebas de supervivencia de los secuestrados.
“La opinión pública veía muy mal cuando los secuestrados, por ejemplo en las pruebas de supervivencia, salían con cadenas, salían amarrados (…) que por favor hicieran, los presentaran mejor y que cuando se hicieran las liberaciones, que las liberaciones no salieran como si estuvieran metidos debajo de la tierra, sino que hubiera por lo menos un arreglo estético para que no se viera mal en el momento de la salida. De eso se habló”.
Para ese momento, en 2007, Córdoba estaba autorizada por el gobierno de Álvaro Uribe para mediar con las FARC. Sin embargo, según las declaraciones, la entonces congresista se habría extralimitado en sus funciones y llegó incluso a definir el orden de la liberación de los secuestrados con el objetivo de sacar provecho político. En el caso de Ingrid Betancourt, la exsenadora le habría recomendado a la guerrilla que ella no fuera liberada pronto.
“Piedad tenía en su cabeza un cronograma de las liberaciones. Y tenía un cronograma de las liberaciones especialmente por la jerarquía. Piedad quería que el gobierno de Francia hiciera presión para el intercambio humanitario, por eso que Ingrid no fuera liberada de primera era para ella importante. Si querían mantener a Francia dentro del proceso de paz, no podían liberar a Ingrid”.
Frente a la presión que sentían las FARC en ese momento por liberar a Ingrid Betancourt, según el exasesor Vásquez, Piedad Córdoba habría acudido a todo tipo de argumentos para evitarlo, incluso poniendo en duda la precariedad del estado de salud de la secuestrada.
“Dentro de una conversación que Piedad tuvo con alguien de la guerrilla, ella hace el comentario que la gente está criticando el tema de las pruebas de supervivencia, que Ingrid se ve flaca, pero que Ingrid siempre ha sido flaca, ese es el comentario que hace Piedad y yo puedo confirmar que Piedad no solamente lo dijo en esa reunión con ese guerrillero, sino que lo dijo varias veces con otros tipos de actores (…) Como que la gente decía que las FARC estaban dejando morir a Ingrid, pero que Ingrid siempre ha sido flaca”.
En ese momento, las FARC le habían propuesto al gobierno que intercambiaran secuestrados por guerrilleros presos para sumarle presión internacional. Córdoba y el grupo insurgente también habrían acordado retardar la liberación de los norteamericanos.
“Para ella era importante que los norteamericanos no salieran de primero, porque Piedad sí estaba comprometida en que parte del intercambio humanitario incluyera a Simón Trinidad y a Sonia. Había un afecto especial de Piedad por Trinidad y tenía un afecto también especial por Sonia, los veía como injustamente encarcelados en los Estados Unidos”.
Aunque la guerrilla definía a quién liberaba, según el exasesor, Córdoba tenía gran influencia en esas determinaciones.
“Al final las FARC era quien decidía, Piedad daba recomendaciones. (…) Piedad, después de un tiempo y gracias a la muestra de su cercanía con Chávez, con su capacidad de gestión, las FARC empezaron a creerle a Piedad de verdad, verdad, te digo, terminaron haciendo sesiones de santería para arreglarle los ojos a Santrich, cosas de ese estilo”.
La intermediación de Piedad Córdoba con las FARC entre 2007 y comienzos de 2008 generó la liberación de varios secuestrados, como Clara Rojas, Luis Eladio Pérez y Gloria Polanco. Sin embargo, Betancourt y los tres militares norteamericanos nunca hicieron parte de las liberaciones humanitarias y fueron rescatados por el Ejército en julio de 2008, en la operación Jaque, una movida militar que Córdoba habría sentido -según su exasesor- como un revés político para ella.
“A Piedad le molestó muchísimo esa liberación. Yo creo que a hoy en día ni siquiera reconoce que fue una buena operación la liberación de los secuestrados, porque para ella lo importante no era la liberación de los secuestrados, lo importante era que ella o Chávez los liberaran”.
Las movidas de Piedad Córdoba
Según el exasesor de Piedad Córdoba, la gestión de la liberación de los secuestrados fue parte de un ajedrez político que no solo pretendía lanzar a la exsenadora como candidata presidencial, sino también impulsar el referendo constitucional de Chávez.
Andrés Vásquez empezó a trabajar como asesor de Piedad Córdoba en 2003 y en 2007, cuando la entonces senadora fue designada como mediadora con las FARC, se fue a Venezuela para apoyarla en su gestión. Ese mismo año, contó el exasesor, Piedad Córdoba se reunió con Iván Márquez, Rodrigo Granda y Jesús Santrich.
Según su relato, como delegado del gobierno venezolano, estuvo presente Ramón Rodríguez Chacín, quien meses después se convertiría en el ministro del Interior de Hugo Chávez
“Estuve allí y allí fue donde se habló todo el tema de las liberaciones y se acordó las liberaciones como herramienta política, pero también como un intercambio de favores tanto del gobierno de Venezuela como de las FARC”.
Las reuniones en Venezuela con las FARC continuaron incluso cuando Piedad Córdoba ya no tenía el aval del gobierno colombiano como mediadora. El exasesor menciona varios encuentros con guerrilleros.
“Cuando las visitas al campamento de Iván Márquez, Piedad ya había sido retirada oficialmente por el gobierno. Sin embargo, Piedad aducía que ella podía seguir teniendo, haciendo esas diligencias de mediación porque había recibido el mandato de los secuestrados, de la familia de los secuestrados, para continuar con las gestiones”.
La otra forma de contacto con las FARC fue a través de correos electrónicos que, según su exasesor, Piedad Córdoba intercambió con Raúl Reyes. “Ella crea un correo, el correo se llamaba “Teodoraah07@yahoo.es” y era «Teodora» por el nombre que ellos le dieron, «ah» por acuerdo humanitario y «07» porque era el 2007”.
En 2008, tras el bombardeo donde murió Raúl Reyes, las autoridades recuperaron su computador y aparecieron varios correos que mostraban a alguien llamada Teodora como una persona muy cercana a las FARC. Esos hallazgos le valieron investigaciones a la exsenadora, pero ella siempre negó esconderse detrás de ese alias. Sin embargo, su exasesor asegura que Piedad sí era Teodora.
“Trayendo el tema del computador, es cierto que se estableció desde la reunión con Piedad Córdoba en el campamento de Reyes, se estableció una comunicación con Raúl Reyes directa o de manera indirecta entre ella y él. Y yo escuché a Piedad no solo decírmelo a mí, sino decírselo en ese momento al canciller de Venezuela, Nicolás Maduro. Él (Raúl Reyes) fue el que le dio el alias de Teodora”.
El exasesor incluso aseguró que vio cuando Piedad Córdoba le envió esos correos a Raúl Reyes. “Yo sé porque incluso yo estuve en el momento en que Piedad escribió los correos, los correos se escribieron desde el Meliá Caracas, en el Hotel Meliá, Caracas (…) Piedad tenía asignada por el gobierno a Venezuela”.
Su exasesor aseguró además que los viajes a Venezuela, sus largas estadías en hoteles, todo fue financiado por el gobierno venezolano.
Testigo asegura que Piedad Córdoba habría ayudado en negocios irregulares a Alex Saab
Andrés Vásquez, exasesor de Córdoba, relató con detalle los negocios que ella habría tenido con el empresario barranquillero, hoy detenido en EE. UU. por lavado de activos. Su testimonio pone a la excongresista a dar explicaciones ante la justicia.
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Andrés Vásquez, exasesor de Piedad Córdoba , les dijo a las autoridades colombianas que hubo un punto de quiebre en la vida de la exsenadora que la llevó de las labores humanitarias con los secuestrados al lobby empresarial, aprovechando sus grandes contactos con el gobierno venezolano. Entre ellos, Diosdado Cabello, el hombre fuerte de Hugo Chávez y hoy la mano derecha de Nicolás Maduro.
“Me acuerdo una reunión con Diosdado Cabello y Diosdado Cabello le dijo: ‘nosotros no es que robemos, nosotros no es que nos quedemos con la plata, es que el día que la oposición llega al poder, nosotros necesitamos esa plata para hacer campaña, hacer la oposición y tú necesitas enriquecerte’”, aseguró Vásquez.
Para los años 2008 y 2009, los empresarios colombianos entraron en una profunda crisis porque el gobierno venezolano les debía millones de dólares. Allí, según Vásquez, Piedad Córdoba habría hecho una especie de lista para favorecer a sus aliados y frenar pagos a empresarios uribistas. La información de esos empresarios habría sido entregada por ella a integrantes del servicio bolivariano de inteligencia, SEBÍN.
“Piedad se convierte en un agente del gobierno de Venezuela cuando le solicitan hacer un análisis de los empresarios que eran afines al gobierno de Uribe, que eran afines al proyecto paramilitar y a quienes no se les debía pagar y a quienes sí. Ahí es cuando Piedad toma la relevancia. Incluso, hay un correo al director del SEBÍN en donde le dice: ‘ustedes están castigando a los empresarios que son afines al proyecto chavista y a mis empresarios. Ustedes tienen que castigar es a los uribistas, a los que son afines al proyecto paramilitar’”, aseguró.
Entre esa cantidad de empresarios que buscaban a Piedad Córdoba hubo dos que sobresalieron porque según Vásquez terminaron financiando su actividad política a cambio de sus gestiones ante el gobierno venezolano. El primero de ellos es Carlos Balilla Battistini, un constructor y empresario de medios colombo venezolano que la buscó para evitar que le expropiaran sus propiedades en Venezuela.
“Carlos Battistini dijo: ‘te voy a apoyar a la presidencia, tú eres la candidata, lo que tú quieras, y Carlos le ofreció tiquetes aéreos y todo eso (…) El señor Carlos Battistini abrió una empresa que se llama, se llamó Led Media Colombia y a través de Led Media Colombia, él enviaba los dineros que fueron a pagar la campaña de Piedad, iniciar la campaña de Piedad en Colombia en el 2009, para apoderarse del Partido Liberal (…). A través de Led Media iban a canalizar un millón de dólares para el pago de esa campaña”, indicó.
En Colombia se reactivó hace poco en la Fiscalía una investigación por estos supuestos pagos de Balilla Batistini, la cual está soportada en interceptaciones de chats y correos electrónicos de Piedad Córdoba y su círculo cercano. Lo que el exasesor de Córdoba viene a contar es cómo llegó ese dinero a Colombia y pone en duda que todo fue invertido en la campaña.
“Ella quería ser presidente y la única forma era tomarse el Partido Liberal. Nos dice: pase un presupuesto, pongan líderes en todas las campañas, ponga líderes aquí, aquí, acá y los correos son súper claros en eso. Esto es una locura, Piedad quiere que esto cueste un millón de dólares, es imposible que todo este andamiaje que estamos montando, incluso poniendo sobrecostos, cueste un millón de dólares. Y la respuesta de Piedad es lo importante es que Carlos (Batistini) vea que cuesta un millón de dólares”, dijo el exasesor.
El otro empresario mencionado por el exasesor de Piedad Córdoba es nada más y nada menos que Alex Saab. Este barranquillero fue extraditado a Estados Unidos, acusado de ser el principal lavador del régimen Nicolás Maduro a través de programas sociales en Venezuela. Según su antiguo colaborador, Córdoba fue quien contactó a Saab con la cúpula del régimen venezolano en el año 2010 después de su destitución.
• En contexto: Corte Suprema de Justicia citó a Piedad Córdoba por sus supuestos nexos con Alex Saab
“Piedad le presenta a Alex Saab tanto a Nicolás (Maduro) como a Tarek el Aissami. Yo estuve en esa reunión con Tarek. En esa reunión, Piedad se reúne con el director del SEBÍN, el Servicio de Inteligencia de Venezuela, en donde compartió varias cosas”, dijo.
Según el exasesor de Piedad Córdoba, Saab necesitaba recuperar 30 millones de dólares que le reclamaba al gobierno de Venezuela y contó con la ayuda de Piedad Córdoba para ello.
“A Piedad le iban a pagar el 10 por ciento de comisión. Es hasta ahí el cómo fue el procedimiento de ese primer lote de 30 millones de dólares que fueron diligenciados por todos los sectores del gobierno venezolano. Yo creo que todo ministerio recibió ese listado de Alex que debía haberse aprobado, pasó incluso por el servicio de inteligencia para que el servicio inteligencia se lo mandara a Chávez y, en diciembre primero del 2010, ese listado es aprobado. El listado de Alex lo aprueban, pero lo aprueban con notas”, señaló.
Uno de los señalamientos más delicados de Vásquez es que ella y uno de sus hijos -Camilo Castro Córdoba- sabían que la mitad de esos 30 millones de dólares habrían sido producto de importaciones ficticias por parte de Alex Saab.
“Más o menos de los 29 millones de dólares, había unos 16 millones de dólares que correspondían a importaciones ficticias, uso ilegal de divisas o manipulación de divisas. Incluso, en el correo en que yo le informo eso a Piedad le digo que aquí hay un problema, un problema porque estamos sacando el dinero de alguien que está teniendo en realidad una importación ficticia o algo y es cuando Piedad me dice: hermano, usted es muy flojo, dele todo eso a Camilo (Castro Córdoba)”, indicó.
El pago de la primera comisión fue denunciado por el periodista Gerardo Reyes en su libro, ‘Alex Saab’. Allí publicó, entre otras cosas, cómo Piedad Córdoba habría recibido 350.000 dólares en Bogotá.
“En la primera transacción ella pide que 100.000 o 150.000 dólares se los entreguen en efectivo en su apartamento en Bogotá. La segunda instrucción que da Piedad de entregar 200.000 dólares o 250.000 dólares en su apartamento y el empresario dice: mire, olvídense, nosotros con mucho gusto le pagamos la comisión a Piedad pero manejar esa cantidad de dinero o en Venezuela o en Colombia en efectivo es un suicidio”, aseveró.
Según Vásquez, para solucionar el problema intervino Saab: “Piedad le dice: necesito el favor de que nos hagas llegar este dinero. Alex envía la dirección de una empresa en Colombia que se llama Maquila. Y Alex Saab se lo hizo llegar a Piedad”.
El exasesor relata que Piedad Córdoba se preocupó porque no tiene la estructura financiera para recibir las enormes cantidades de dinero que vendrían después por otros pagos de comisiones. “Es ahí cuando Juan Luis, en ese entonces senador, Camilo y ella y el contador dicen: tenemos que crear una empresa en Panamá. Juan Luis dice: mi esposa se llama Paula Palma y la sociedad se va a llamar PalPalma Investment S.A.”, aseguró Vásquez.
Noticias Caracol buscó en los registros de sociedades en Panamá y efectivamente la empresa a la que se refiere el exasesor de Piedad Córdoba fue creada en mayo de 2011 y fue suspendida en julio de 2021, justo cuando Alex Saab estaba en trámite de extradición a Estados Unidos. Como presidente, director y secretario aparece el hijo de la exsenadora Camilo Castro.
Vásquez recordó que la última comunicación directa que tuvo con Alex Saab y -de la cual estuvo enterada Piedad Córdoba- tenía relación con el proyecto de construcción de viviendas de interés social por el que hoy Saab está en juicio en Estados Unidos por lavado de activos.
”El último correo que yo recibo de Alex Saab y que se lo reenvío tanto a Juan Luis (hijo de Piedad Córdoba) como a Piedad, es un correo que me envía hacia enero de 2011 en el que Alex presenta un proyecto para hacer casas prefabricadas en Venezuela. Y la siguiente vez que volvemos a ver a Alex Saab es firmando un contrato por 150 millones de dólares para la fabricación de esas mismas casas”, indicó.
Después de 6 años de trabajar al lado de Piedad Córdoba, cuatro de ellos en Venezuela, Vásquez decidió apartarse de la exsenadora: “Ella se molestó mucho y como en todo grupo político de esta naturaleza la principal acusación es la deslealtad. Es desleal, es un desleal, y ahí yo dije no quiero nada con Piedad. La situación fue muy grave, a mí las FARC me amenazaron estando en Venezuela. Un día me dicen que aquí el que hable o que diga cualquier cosa, usted sabe que amaneció muerto”.
La excongresista y hoy aspirante al Senado ha negado cualquier relación con el empresario Alex Saab. Sin embargo, la declaración de Andrés Vásquez la pondrá a dar explicaciones sobre gestiones, pagos y correos relacionados al empresario, hoy en juicio en Estados Unidos.