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Se están robando las barandas de las autopistas que evitan la caída de carros al río ¿quién responde?

Poco a poco y día a día las barandas son tumbadas. Una vez en el piso son sustraídas en la oscuridad de la noche. A otras, se las come la maleza. FOTOS CAMILO SUÁREZ

POR CRISTIAN ÁLVAREZ BALBÍN

Ladrones desmontaron estos elementos de protección en tramos de Industriales, Ayurá, Aguacatala y Poblado.

TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/

Archivo:ElColombiano.svg - Wikipedia, la enciclopedia libre

Medellín es una ciudad tan innovadora que las barandas de protección lateral puestas en las vías rápidas –que se supone están fijas en el piso– les están “saliendo paticas” y terminan desapareciendo del punto donde fueron instaladas.

Y es que basta un recorrido por las calzadas orientales de la Autopista Sur y la Avenida Regional para notar la ausencia de estos elementos de seguridad, conocidos técnicamente como guardarrailes, que evitan que los vehículos terminen metidos por culpa de un accidente vial en el río Medellín o en los rieles del metro.

De acuerdo con el experto en temas de Movilidad, Andrés Pava, estos elementos longitudinales de protección están diseñados para que logren disipar la fuerza del impacto de un automotor reduciendo el riesgo para sus ocupantes. “Aunque en el mundo existen barreras mejores, estas son las que tenemos y las que nos sirven en este momento”, agregó Pava.

Aún así, esto no ha evitado que los amigos de lo ajeno y sobre todo los habitantes de calle desvalijen estas estructuras, incluso a plena luz del día, tal como quedó registrado en el sector de Ayurá en videos difundidos por redes sociales.

La forma en cómo se están robando las barandas dan cuenta de una operación metódica y paciente que pese a lo dispendiosa, garantiza sus resultados.

Según le contaron varios conductores a EL COLOMBIANO, los ladrones día a día van golpeando la estructura con el fin de separarla de sus respectivos soportes, sin importarles si en el proceso la deforman tanto que sus salientes apuntan hacia la vía y se convierten en un riesgo para los conductores que por allí transitan.

Una vez logrado el cometido, los ladrones terminan llevándose las pesadas láminas de metal generalmente en la madrugada cuando el flujo vehicular es mínimo, hacia chatarrerías en las que terminan pagándoles por semejante daño a la ciudad cifras ridículas. “A esos manes les llegan a pagar hasta $20.000 por esos pedazos de hierro”, agregó un taxista.

Aunque la problemática se da en gran parte de los dos ejes que discurren a la par del río, los tramos más afectados por esta situación son los que comprenden desde la estación Poblado hasta la estación Industriales del metro.

En ellos hay espacios de varios cientos de metros en los que solo se ven los soportes de los elementos. Dicha situación, según los conductores consultados, lleva varios meses sin que se le haya prestado ningún tipo de atención, pese a la imperiosa necesidad que representan, pues los soportes solos se convierten en un riesgo inminente en caso de una colisión.

“Si solo quedan los parales, estos se van a volver en un elemento contundente de alto riesgo, pues en caso tal de que un vehículo entre en contacto con ellos durante un accidente, van a hacer que este reciba toda la fuerza del impacto generando un mayor riesgo para los ocupantes de los automotores”, añadió Pava.

De manera extraoficial un agente de tránsito le evidenció a EL COLOMBIANO la falta de coordinación entre entidades municipales para atender la problemática. Pues aunque la Secretaría de Movilidad reporta los robos, la de Infraestructura poco hace para atender el asunto que es su potestad.

“Personalmente he reportado los robos de las barandas, incluso cuando estas ya están en el suelo sueltas para que las recoja quien corresponda. Pero nadie hace nada hasta que se las roban. Hasta el momento no ha habido soluciones con ese asunto, por eso creo que no vale la pena ni reportar”, añadió.

Hasta ahora, por la ausencia de barandas no se habrían presentado accidentes que hayan dejado graves consecuencias, pero no por ello el asunto es menos urgente y debería ser atendido a la brevedad.

Desde el pasado jueves este diario contactó a la Alcaldía de Medellín para conocer más datos del tema, como la cantidad de metros de baranda que se han hurtado o faltan por reponer, el costo de las reparaciones y la fecha de inicio de las labores de reposición.

Sin embargo, aunque en la municipalidad indicaron que le darían trámite a la solicitud, hasta el cierre de esta edición no se había obtenido una respuesta. “Cuando las tengamos, las compartiremos”, apuntaron a decir.

Aún así, desde el pasado lunes el alcalde Daniel Quintero le ordenó a Movilidad e Infraestructura “hacer un esfuerzo doble en el tema de señalización vial”. Quintero pidió que todas las barandas de la ciudad sean renovadas. ¿Cuándo cumplirán la orden?.

CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARA SABER MÁS
MALEZA TAMBIÉN SE “COME” LAS BARANDAS
Otra queja adicional frente a los guardarrailes de la ciudad es que muchos han sido rebasados por la maleza que los rodea dada su antigüedad y a los años sin mantenimiento. De hecho, entre las estaciones Ayurá y Aguacatala se encuentra un largo tramo en el que se observan barandas abandonadas y casi sepultadas por las zonas verdes circundantes, esperando a que la administración les eche una manito para recuperar su función.

 

 

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