Una protesta realizada por el personal operativo mantiene bloqueada la salida y el ingreso a las instalaciones.
Dos días retenidos completaron cerca de 3.200 turistas alojados en el Hotel Decameron Barú en Cartagena, quienes quedaron en medio de una protesta protagonizada por personal de servicio en contra de las directivas del lugar.
El caso fue denunciado a través de nuestra línea de Wasapea EL HERALDO, mediante videos y testimonios de algunos de los viajeros que han perdido sus vuelos de regreso a sus ciudades de origen por no poder salir de las locativas del hotel.
Jonathan Acevedo López, natural de Medellín, Antioquia, es uno de los turistas que se encuentra en el sitio, quien manifestó que la situación se podría salir de control en cualquier momento, pues entre los manifestantes hay personal de seguridad particular que portan armas de fuego, lo que causa intimidación entre los viajeros.
“El día de ayer unos trabajadores del Hotel salieron a paro por un tema que realmente desconocemos, no sé qué pasa entre ellos, pero el tema es que tienen la entrada al hotel bloqueada. Entonces, al no haber trabajadores y con las entradas bloqueadas, pues la comida empieza a escasear, los servicios del hotel empiezan a tener deficiencias y los turistas están a merced de lo que ocurra”, sostuvo.
Hasta el momento las directivas del Hotel no han entregado una solución a la situación, aunque supuestamente habrían comenzado a asumir roles operativos para suplir los vacíos que han dejado los trabajadores que entraron en huelga.
“No nos han dado ningún comunicado oficial, ni ninguna respuesta verbal. Lo que se percibe es que la administración ha estado atenta a atender ellos mismos los servicios, es decir se les ve en la cocina sirviendo la comida, cocinando, entre otras cosas, pero de todas formas no creo que sea el personal capacitado para que hagan estas operaciones”, indicó.
El paro inició desde este miércoles 28 de diciembre a las 7:30 de la mañana. Y para antes del mediodía todas las zonas de esparcimiento del hotel quedaron completamente abandonadas.
“No hay forma de salir, los empleados que están bloqueando dicen que no se puede entrar ni salir y también se han sumado personas de la comunidad. Hasta el momento no se han registrado agresiones en contra de los viajeros”, explicó.
Lo que más preocupa a las familias de turistas es que en la zona no ha hecho presencia ninguna autoridad de Policía u otra entidad que pueda garantizar los derechos de las demás personas.
“No ha llegado nadie, en estos momentos el hotel está con lleno absoluto, estaríamos hablando de unas 3.200 personas, entre adultos y menores de edad”, concluyó.