El entonces directivo se habría negado a entregar información médica de una paciente pese a requerimientos judiciales.
La Procuraduría calificó como grave, a título de culpa gravísima, la conducta de James Braver Escobar Gómez, gerente del Hospital Nuestra Señora de Guadalupe entre los años 2017 y 2019 en medio de un pleito jurídico por acceso a la información que involucra a una paciente.
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Y es que el exdirectivo ahora es investigado por no dar respuesta a los pronunciamientos de un juez administrativo oral de Medellín, en el que se le pedía allegar la historia clínica completa de María Patiño de Cano, una usuaria del centro médico ya fallecida que con la información presuntamente negada pretendía acceder a nuevas solicitudes para atender sus requerimientos de salud.
El ente de control también afirma que está investigando si el hospital compartió con el demandante la solicitud de enviar la auditoría médica realizada en la institución, por la atención que recibió Patiño mientras estuvo en el centro hospitalario.
La Procuraduría Provincial de Valle de Aburrá, quien lleva el caso, también busca determinar si el exdirectivo vulneró los principios de legalidad y eficacia en la gestión pública.