La causa son los bancos de niebla que se forman por esta época del año, según explicó el gerente (e) del aeropuerto, Daniel López.
Por lo menos hasta finales de enero o incluso entrado el mes de febrero iría la afectación de las operaciones del aeropuerto José María Córdova que atiende el transporte aéreo de Antioquia con las demás ciudades del país y el exterior, por cuenta de las condiciones meteorológicas adversas.
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El gerente encargado del terminal aéreo, Daniel López, confirmó que este jueves hubo diez vuelos cancelados: cinco que debían llegar y otros cinco que estaban programados para aterrizar en esta infraestructura ubicada en Rionegro, Oriente antioqueño, en las primeras horas de la mañana. Sin embargo, las operaciones se normalizaron a partir de las 8:00 a.m.
Se trata de una problemática que se ha repetido durante varias jornadas. El día antes, miércoles, hubo seis cancelaciones y varias demoras (15 de vuelos que salían y 11 de aeronaves que entraban).
Esto trae como consecuencia la congestión de las áreas de espera del José María Córdova, si se tiene en cuenta que cada vuelo puede transportar entre 150 y 180 personas.
En una especie de “efecto dominó”, también se afectan los transportadores terrestres que son contratados por los viajeros para acabarlos de encaminar a sus sitios de destino, pues la tardanza en el carreteo de los aviones hace que pierdan tiempo y se ralentice su trabajo.
Sobre la causa de estos percances, López explicó que “en esta época del año en el aeropuerto se presentan unos bancos de niebla; es como una neblina que lo que hace es que no permite que haya lo que nosotros llamamos visibilidad horizontal. Cuando el avión viene aterrizando hay unos sensores que miden desde qué distancia deben ver la pista y como no se está viendo desde las distancias que necesitamos, se empiezan a restringir los aterrizajes o los despegues, o ambos”.
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Y a pesar de que el aeropuerto internacional cuenta con radioayudas, la tecnología no logra resolver la totalidad del problema si la visibilidad no llega siquiera a los 500 metros, que es un mínimo establecido técnicamente.
El fenómeno es recurrente siempre en las primeras tres o cuatro semanas de cada año, desde las cinco o seis de la madrugada y dura aproximadamente hasta las ocho de la mañana.
“Lo que nosotros prevemos es que termine a finales de este mes o puede que se extienda hasta febrero también durante algunos días; pero es un tema meteorológico que no podemos controlar”, puntualizó el gerente (e) del JMC.
Para completar, en la actualidad avanzan las obras en el intercambio vial cercano al aeropuerto, lo que igualmente ocasiona incomodidades a los usuarios, pues las restricciones de circulación en las vías aledañas también genera lentitud al arribar o salir.
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El aeropuerto internacional José María Córdova moviliza entre 40.00 y 45.000 pasajeros diarios. Por el terminal pasan entre 200 y 220 vuelos cada 24 horas.