JUAN FELIPE ZULETA VALENCIA
Según el gerente del aeropuerto, corrían el riesgo de que el bloqueo durara días.
TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/
Tras el susto de sus vidas que se llevaron los 147 pasajeros y los 6 tripulantes del vuelo 4292 de Latam y la pericia del piloto que evitó una tragedia y logró aterrizar pasadas del 3 de la tarde de este martes con el tren de nariz dañado, las autoridades y profesionales del José María Córdova tuvieron que afrontar un incidente sin precedentes en la terminal aérea en los últimos años.
A las 2:40 p.m. el José María cerró operaciones una vez el avión de Latam se declaró en emergencia. Aterrizó a las 3:12 p.m. y a las 4:18 p.m. los pasajeros lograron descender de la aeronave para recibir valoración médica.
Desde entonces comenzó la tarea de los técnicos y autoridades del aeropuerto para definir cómo iban a retirar el avión de la pista y llevarlo a zona de parqueo para continuar allí con las investigaciones correspondientes. Este procedimiento tardó casi 14 horas, hasta que a las 4:18 de la madrugada de este miércoles fue removido de la pista y la Aerocivil verificó que a las 4:39 de la madrugada ya estaba en posición de parqueo y se confirmó la reactivación de las operaciones.
La pregunta de usuarios afectados y ciudadanía en general es, ¿por qué tardó 14 horas retirar el avión de la pista? Durante este tiempo estuvo suspendida la operación aérea causando caos entre los 21.245 pasajeros afectados y dificultando el tráfico en otras terminales aéreas del país.
Javier Benítez, director de Operaciones del José María y gerente encargado del aeropuerto, respaldó el procedimiento y le explicó a EL COLOMBIANO la labor que tuvieron que adelantar para desbloquear la pista.
Benítez señala que, a su juicio, le parece imprudente calificar como rápida o demorada la maniobra de remolque pues apunta que cada situación de emergencia relacionada con el transporte aéreo responde a particularidades específicas, que van desde el modelo del avión hasta el daño concreto ocurrido, por lo tanto, aunque hay protocolos para atención de emergencias, no se ciñen a un tiempo o maniobra estándar.
Benítez explica que la Aeronáutica debía hacer una inspección inicial antes de autorizar moverla. Para llevar a cabo la operación se juntaron los técnicos de la Aerocivil, los explotadores del aeropuerto con equipos disponibles y Airplan, operador del José María, con los equipos que tenía en inventario para atender emergencias similares.
En este caso, que se trató de la explosión de la rueda en el tren de nariz del avión, lo primero que tenían que resolver, explica, era evaluar si el avión tenía capacidad de tiro y era seguro usar el punto del ancla en el tren de nariz para arrastrarlo, pero los técnicos confirmaron que no era viable.
De manera, relata el gerente, que les tocó hacer un nuevo plan y disponer de una cama baja para el tren del avión. Antes de lograrlo intentaron con gatos grandes, pequeños, colchones, cama bajas de varios tamaños y, finalmente, entre los recursos con los que contaba el aeropuerto, utilizaron una pluma grúa que permitió poner la cama baja para que el tren dañado no sufriera movimientos y poder hacer, ahí sí, el retiro del avión, todo esto mediado por un equipo de técnicos que, con manual del A320 (modelo de avión afectado) validaban o no cada procedimiento.
El gran riesgo que enfrentaban, apunta Benítez, es que si el tren de aterrizaje sufría algún otro daño durante la maniobra tenían que dejar el avión en la pista y realizarle allí todos los procedimientos técnicos correspondientes lo que habría significado que la operación del aeropuerto quedara cerrada, no horas, sino varios días.
Con la pista desbloqueada, quedó la tarea de reanudar la operación aérea. El más reciente reporte a las 12:20 p.m. de este miércoles daba cuenta de 34 vuelos de salida 36 de llegada de los 136 vuelos que en total resultaron afectados.
El director de la Aerocivil, Jair Orlando Fajardo, señaló que en el Puesto de Mando Unificado establecido tras la emergencia se acordó con las aerolíneas no se cobrará penalidades a los pasajeros afectados por desistimiento del viaje, modificaciones o cambios en los itinerarios de viaje.
Latam, por su parte, señaló que tiene 32 vuelos afectados desde y hacia Medellín y que ante esta situación los pasajeros con vuelos desde y hacia Medellín programados el 29 y 30 de marzo podrán modificar la fecha de viaje o solicitar la devolución del dinero sin ningún tipo de cobro adicional.
Aunque el director de la Aerocivil manifestó que este miércoles quedaría normalizada la operación en el José María Córdova, el gerente del aeropuerto manifiesta que para restablecer el tráfico completamente tomará hasta este jueves.
Benitez y Fajardo indicaron que las aerolíneas están reacomodando y optimizando vuelos, unificando destinos. La idea es que todos los vuelos, hasta que se normalice la operación, viajen con el 100% de ocupación, para lo cual piden a los usuarios estar muy atentos a la información que entreguen las aerolíneas y las autoridades del aeropuerto, así como Aerocivil a través de sus redes sociales.
Benítez reiteró que este es un incidente atípico y recordó que el último antecedente similar ocurrió en 2009 con un avión de American Airlines con destino a Miami, un Boeing 737 que en pleno despegue sufrió el incendio de una de sus turbinas y que al haber perdido el 50% de sus motores tuvo que devolverse, aterrizar de nuevo y emplear los frenos a máxima capacidad lo cual hizo que los discos se pegaran a las llantas.
Así que mientras le cambiaron las llantas al avión, hubo suspensión de la operación y la terminal colapsó por algunas horas, aunque nada comparado con lo ocurrido entre este martes y miércoles, reitera Benítez.
Consultado acerca de si este incidente y el colapso que causó es un nuevo campanazo sobre la necesidad urgente de la segunda pista del aeropuerto, el gerente encargado del José María reconoce que sí facilitaría mucho la operación, pero asegura que ahora tienen un problema más inmediato. “En este momento el aeropuerto tiene una necesidad mayor y es de edificio para atender sin contratiempos el flujo de pasajeros y posiciones de parqueo (de aviones), que estamos cortos”.