La entidad también cuestionó la falta de programas de atención para esta población desplazada.
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Divagando, con niños de brazo y pidiendo limosna se ve a los indígenas por las calles de Medellín. Son, según la Personería de la ciudad, más de 600 los desplazados por la violencia provenientes, en su mayoría del departamento del Chocó, los que hoy están en situación de mendicidad.
William Yeffer Vivas, personero de Medellín, sostuvo que «los puntos más críticos se encuentran en la comuna 10 (La Candelaria) y sectores de El Poblado», donde, agrega, se encuentra «el mayor número de indígenas que se dedican a la mendicidad».
La Personería ha lanzado una alerta por el estado de estas comunidades. Casi la mitad de esta población, desplazada de Bagadó, Chocó, son niños. Según el seguimiento, hay 245 menores pidiendo limosna.
«En nuestra investigación identificamos que generalmente las mujeres y los niños son los que salen a hacer estas labores de mendicidad. Los hombres se quedan en los inquilinatos. Se está buscando sensibilizar a esta población para que pueda regresar a sus lugares», agregó el representante del Ministerio Público.
El informe advierte también sobre falencias del ICBF para atender la población, así como por falta de traductores y de campañas que mitiguen la mendicidad, aspectos que vuelven más vulnerables a los indígenas en la capital de Antioquia.