POR RONAL CASTAÑEDA |
Arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha. Esos son los únicos movimientos que puede hacer el jugador de Pac-Man, convertido en un círculo amarillo que tiene una boca que abre y cierra para tragar pastillas, mientras escapa de cuatro fantasmas de colores que lo persiguen. Hay cuatro monedas especiales, comodines que cambian temporalmente al jugador de perseguido a perseguidor, y algunas frutas de bonificación de puntos. Desde hace cuatro décadas la dinámica de este videojuego es la misma. Por lo menos en esa esencia de ir comiendo. Ahora es un clásico.
El “comecocos”, como también se le conoce, llegó en 1980 a través de máquinas de monedas y dos años más tarde en formato de consola (Atari), una revolución en el mercado de entonces. Javier Elejalde, coleccionista y experto en videojuegos, cuenta que para finales de los 70 se comercializaba la consola Pong, de dos perillas, conocida como “telebolito”, con un juego sencillo: un píxel que rebota de un lado a otro, como tenis.
Aunque Pac-Man también es simple, la jugabilidad es distinta: a medida que se escala de nivel, hay mayor dificultad y más puntaje. Explica Javier que parte de su éxito se debió al modo arcade, máquinas de monedas. “Revolucionó el diseño de palanca y el espacio de juego: en bares, billares, tiendas”.
A diferencia de otros que estaban en el mercado, como Galaxian o Space Invaders, con temática de guerra, Pac-Man se perfiló como un producto familiar con variaciones para otros públicos –Ms. Pac-Man, Super PacMan, PacMan Jr.– con nuevos personajes y versiones adaptadas a cada plataforma –Atari, Nintendo, realidad virtual–. En 40 años, ha habido más de 30 versiones autorizadas en cerca de 29 plataformas (gráfico).
El docente de Humanidades de la Pontificia Bolivariana, César Ramírez Leguizamón, explica que esta popularidad hizo que se diversificara el producto a otros mercados. “Pasa de la consola a tener a series de televisión, películas, adaptaciones y tiendas”, comenta el especialista en cultura popular y entretenimiento.
De hecho, gran parte del consumo actual de Pac-Man está basado en el merchandising (mercadeo) de la marca: ropa, accesorios, joyas, instrumentos musicales, zapatos (ver gráfico); incluso en Hawai, Hong Kong y Japón existen Pac-Stores exclusivas.
Según el sitio, la tasa de reconocimiento mundial de esta firma es de 90 %. El Smithsonian Institute y el MoMa incluyeron a Pac-Man en exposiciones antológicas de videojuegos; en 2010 Google lo hizo parte de sus doodles en su 30 aniversario.
Más que un juego, ahora es un ícono popular
