Las autoridades investigan las causas del hecho. Información preliminar da cuenta de que hombres armados lo sacaron de la casa y lo retuvieron por lo menos cinco días.
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Un nuevo homicidio de un líder comunitario sacudió a Ituango, en el Norte antioqueño, una de las zonas con mayores niveles de violencia en contra de estas personas. Según reportaron organizaciones sociales y de derechos humanos, la víctima es Ricardo Antonio Valderrama, quien fue integrante de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda El Bosque, ubicada en el corregimiento La Granja de este municipio.
La información preliminar indica que el 17 de octubre Valderrama estaba, al parecer, en su casa cuando hombres armados llegaron y lo obligaron a salir. Posteriormente, se lo llevaron ante la mirada de varios testigos. Días después del secuestro, el 22 de octubre, al hombre lo encontraron muerto en una vía pública, con signos de tortura en su cuerpo y con heridas de arma de fuego.
Al respecto, el alcalde de Ituango, Edwin Mira, manifestó que lo poco que se ha sabido por las investigaciones de las autoridades da cuenta de que a Valderrama lo habría retenido el Clan del Golfo, como una forma de presionarlo para que apareciera un familiar al que han señalado de, presuntamente, pertenecer a las disidencias de las Farc y extorsionar a algunas personas de la comunidad.
En Ituango viven en zozobra debido a la violencia que no cesa, mucha de la cual se ha presentado en contra de líderes sociales y reincorporados que se acogieron al Acuerdo de Paz.
Solo el pasado 8 de agosto, fueron asesinados dos integrantes de la Junta de Acción Comunal de la vereda Quebradoncita, ubicada en zona rural de ese municipio. De acuerdo con los reportes preliminares de la Policía, las víctimas fueron identificadas como Fredy Leandro Tapias, de 25 años, y Huber Tapias Jaramillo, de 42 años.
El 31 de ese mismo mes, el excombatiente de las Farc, Arley de Jesús Graciano y el campesino William López fueron asesinados. Seis días después del crimen, el partido Comunes denunció que sus cuerpos no habían podido ser recuperados.
En esa región antioqueña la Defensoría del Pueblo emitió la alerta temprana AT 004/20, que también incluye al municipio vecino Briceño, en la que se da cuenta de que los líderes sociales y comunitarios están expuestos a la violencia de los grupos armados que tienen presencia allí, pues con frecuencia son calificados como informantes, simpatizantes o colaboradores de estructuras ilegales.
“Lo anterior ha conllevado a la ocurrencia de graves hechos en su contra, como homicidios selectivos, amenazas e intimidaciones y desplazamiento forzado, entre otros”, se lee en la alerta. En esta zona del departamento hay presencia del Clan del Golfo, Los Caparros y las disidencias de las Farc.
