Ella, de 33 años, su esposo de la misma edad y sus hijos de 17 y 4 fallecieron en centros asistenciales. Conozca la impactante historia.
VENEZUELA.
El coronavirus COVID-19 acabó con los cinco miembros de una familia oriunda del estado de Táchira, Venezuela . Dos adultos de 33 años, una adolescente de 17 y dos mellizos de 4 perdieron la vida a causa del virus, que sigue demostrando que no respeta edades a la hora de desatar sus implacables síntomas.
Según un medio internacional , la familia Gómez García murió 42 días después de que se contagiara la madre, identificada como Verónica García. Ella no les expresó a sus familiares que era portadora del virus y todos fallecieron.
Verónica presentó síntomas en la segunda semana del mes de diciembre de 2020 y, al hacerse un test rápido, se enteró que estaba contagiada de COVID-19. Dos días después se realizó una prueba de PCR que también arrojó el mismo resultado.
Dicen que ella decidió no contarle nada a José Antonio Gómez, su esposo. Solo le manifestó que estaba padeciendo una fuerte gripe.
Precisamente él acudió a una reunión familiar que se llevó a cabo el 27 de diciembre, pese a todas las restricciones que regían en ese momento en Táchira.
Fue hasta ese momento cuando su esposa decidió decirle que no compartiera con más personas, pues ella estaba contagiada de la enfermedad hace días.
«Él se fue a la reunión. Las fiestas están prohibidas, pero se reunieron, quizá unas 20 personas. Tomó licor, habló con amigos, cuando recibió una llamada telefónica de su esposa. Ella le dijo que regresara, que no compartiera con nadie, porque ella tenía COVID-19», narró Mariela Gómez, hermana del hombre.
José Antonio les contó a sus hijos que la madre estaba contagiada del virus y los llevó a que se realizaran pruebas rápidas de COVID-19, pero todas dieron resultados negativos. Ante la situación, decidieron aislarse sin supervisión médica.
En la primera semana de enero de 2021 Verónica presentó fuertes complicaciones y el 14 de ese mes fue hospitalizada con neumonía.
Cuando hospitalizan a la mujer, la familia Gómez García opta por realizarse la prueba PCR, la cual arroja resultados positivos para todos.
“Yo hablé mucho con él. Le dije que tuviera mucha fe en Dios, que él era una persona joven”, expresó la hermana del fallecido.
“En la placa de tórax que le hacen a mi hermano, los pulmones salieron todos negros. El médico se alarmó, le preguntó si era fumador, él le dijo que no. El médico sabía que estaba enfermo y que no había recibido el tratamiento adecuado”, dice Mariela Gómez. “Él ahora tenía los síntomas”.
Tras síntomas como tos, el sábado 16 de enero José Antonio fue hospitalizado.
El 18 de enero murió Verónica. José Antonio se agravó y falleció el 19 del mismo mes.
La adolescente de 17 años, hija de los fallecidos, se quejó de fiebre y dolor de cabeza. Fue hospitalizada y falleció.
Horas después, los dos mellizos de cuatro años ingresaron a una clínica con neumonía y murieron el 27 de enero.
La lamentable historia de la familia Gómez García es solamente otra muestra de lo implacable que puede llegar a ser el COVID-19.
Recuerde siempre cumplir las normas de bioseguridad: no se quite el tapabocas si está en la calle y, si se contagia, manifiéstele a su círculo cercano que usted es portador del virus y que se aíslen de inmediato, ese acto puede salvar muchas vidas. Mantenga la distancia social y lávese las manos.