Un ciudadano ecuatoriano que migraba hacia el norte atravesando la selva del Darién se encontró con un niño de 2 años en su camino y, tras el pedido desesperado de su madre para ayudarlo, lo cargó en sus hombros y lo llevó hasta Panamá.
Allí lo entregó a un puesto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés).
Atravesar la región del Darién es uno de los desafíos más difíciles para los migrantes, ya que es considerada por muchos expertos como una de las selvas más peligrosas de todo el mundo. La zona, que une al territorio de Colombia con parte de Panamá, es también uno de los caminos más utilizados por los viajeros que deciden llegar a pie a tierras extranjeras.
En su camino, Alejandro, un ciudadano ecuatoriano que tenía como destino Panamá, se cruzó con un pequeño de dos años y su madre, quien le pidió desesperadamente que se lo lleve con él para que pueda sobrevivir. Alejandro no dudó un segundo, y pese a que aún le quedaba un camino largo hasta llegar a su destino, cargó sobre sus hombros al niño, que se encontraba deshidratado por el calor de la zona.
Luego de caminar durante diez horas, en las que sintió un cansancio extremo, pero continuó con el niño encima, Alejandro llegó a Bajo Chiquito, en Panamá, en donde entregó al pequeño a un puesto de UNICEF, según declaró en diálogo con Telemundo.
¿Por qué la selva del Darién es considerada una de las más peligrosas del mundo?
Conocida también como Tapón del Darién, la zona tiene 5.000 kilómetros cuadrados de bosques tropicales, montañas escarpadas y ríos, y cruzarla a pie puede llegar a demorar 10 días o incluso más, enfrentando temperaturas de más de 35 °C, deshidratación, enfermedades y ataques de animales salvajes.
Además de la naturaleza, en la región existen grupos delictivos que amenazan a los migrantes cometiendo distintos actos de violencia, como abusos sexuales, robos y trata de personas. Es por eso que la región es altamente peligrosa para la inmensa cantidad de personas que cruzan cada año.
En los primeros meses del 2023, según la National Geographic, más de 100.000 personas cruzaron la jungla, la mayoría proveniente de Venezuela (30.200 personas), Haití (23.600) y Ecuador (14.300), aunque también se registraron migrantes de China, India, Colombia, Afganistán, Perú y Somalia, entre otros.