Primer día pedagógico, de tanteo. Así podría describirse lo que fue el inicio de la reactivación económica ayer en el Valle de Aburrá. Hubo largas filas en el ingreso de algunas estaciones del metro, personas desorientadas y un Centro de Medellín con un evidente aumento en la afluencia de personas.
El alcalde Daniel Quintero reportó que 50.000 trabajadores retomaron ayer sus labores, y se unieron a los 350.000, que desde el comienzo de la cuarentena desempeñaban sus labores por considerarse esenciales (medicina, alimentación, seguridad, etc.)
El mandatario señaló que más de 1.000 personas salieron a hacer deporte en el horario establecido y que aunque hubo aumento en la cantidad de viajeros en el metro, no se superó el máximo de ocupación permitida en los trenes, cabinas y buses (35 %).
Transporte no tan masivo
En el metro la carga de pasajeros, como es usual en la región, arrancó la jornada de norte a sur. De acuerdo a las cifras entregadas por la empresa, con la reanudación de actividades de los sectores de industria manufacturera y construcción, hasta las 7:00 p.m. se movilizaron 212.928 pasajeros en el sistema, lo cual representa un incremento del 10 % con respecto al lunes 20 de abril, cuando viajaron 195.705 personas.
Juan David Correa, jefe de Comunicaciones de la empresa de transporte masivo, recalcó que es importante que los ciudadanos salgan con tiempo de sus casas hacia sus lugares de trabajo, toda vez que en la entrada de las estaciones hay controles de la Policía que pueden demorar el ingreso pues se debe verificar, uno a uno, que quienes ingresen sí estén dentro de las excepciones de la cuarentena o sea el día hábil del pico y cédula.
Con respecto a las filas que se formaron en paradas como Niquía, Correa explicó que esto sucede porque son puntos en donde confluyen buses intermunicipales, lo cual hace que haya mucha gente tratando de usar el sistema, pero pese a esto destacó el buen comportamiento y el debido distanciamiento de los usuarios en la primera jornada.
Una situación similar se vivió en Industriales, una estación de transferencia que combina varios modos de transporte, incluyendo trenes, alimentadores y buses.
Dentro del sistema, en los vagones de los trenes, el Metro adecuó señalizaciones en piso y sillas para que los pasajeros se movilizaran de manera espaciada y así evitar posibles contagios. El ciento por ciento de la flota estuvo operativa durante toda la jornada, para garantizar que la concentración de usuarios no superara el 35 % permitido por el Gobierno Nacional para el transporte público masivo.
“Es así como las cabinas de metrocable, que suelen llevar a 10 personas, ahora solo están movilizando máximo a cuatro”, indicó Correa.
Agregó que para el cierre de la jornada se esperaba una situación inversa en cuanto a la movilización de personas, es decir, el regreso de la gente desde el sur hacia el norte del Aburrá, y para evitar una saturación será clave el escalonamiento horario que implementen las empresas.
Apoyo policial
El coronel Ómar Rodríguez, subcomandante de la Policía Metropolitana, manifestó que los tiempos de espera en los ingresos a las estaciones pueden prolongarse entre 20 y 40 minutos en algunos casos, por lo cual sugirió a la ciudadanía tener en cuenta eso –y tener la cívica recargada– a la hora de programar su agenda.
La Policía acompañó esta segunda fase con un plan diseñado desde la semana pasada que involucró el refuerzo de 232 uniformados para ejercer inspecciones en el sistema masivo.
De esta manera, la institución cuenta con un total de 931 efectivos para vigilar los ingresos al metro, con siete puestos de control y 20 estaciones priorizadas que tendrán siete uniformados en servicio y 23 organizadores de filas.
Hasta hoy los “comparendos” serán pedagógicos, subrayó el coronel Rodríguez, pero desde mañana comenzarán las sanciones para aquellas personas que no están autorizadas a salir.
El regreso de las obras
A las 9:00 a.m. de ayer, a un costado de la carrera 42 a la altura de la Ayurá, los obreros se organizaban para retomar las labores de construcción del intercambio. En la entrada del punto de acopio de materiales, se instaló un líquido desinfectante y la Policía pasó ronda para revisar el cumplimiento de los protocolos de seguridad. Todos llevaban gafas y máscaras protectoras.
Y es que este es uno de los 64 proyectos, liderados por el Área Metropolitana, que se reanudan en esta segunda fase de la cuarentena.
Así lo explicó Juan David Palacio, director de la entidad, quien desde un costado de la glorieta Induamérica, en Itagüí, visitaba otra de las obras en las que se retomaron los trabajos.
Junto a él estaba Camila Salcedo, subdirectora de Proyectos del Área Metropolitana, quien explicó que si bien para el intercambio de Ayurá se requieren 250 operarios, debido a la situación actual solo se habilitó la participación de 150 y, además, garantizando que no se concentraran más de 10 en un punto y que los frentes estuvieran en áreas abiertas.
“Cada proyecto tiene zonas para limpieza de botas y de manos, se maneja adecuada separación del personal, todos con tapabocas, y se adecuó un espacio para el cambio de ropa para que no estén expuestos al virus cuando se movilicen hacia sus casas”, indicó.
Salcedo reveló que la obra tiene hoy una ejecución que oscila entre el 30 y 40 %. Para el reinicio de este y los otros proyectos, dijo, tuvieron que aprobarse tres autorizaciones: la de la ARL del contratista, la de interventorías y la de la Subdirección de Proyectos del Área Metropolitana.
Solo en Medellín son 80 las obras que retomarán actividades. Para esto se estima que alrededor de 2.500 trabajadores están habilitados. Otro de los proyectos, que iniciará mañana, es el del metrocable de Picacho.
Más carros, y ciclas
De acuerdo a las cifras de la Secretaría de Movilidad de Medellín, con corte a las 4:00 p.m., la ciudad tuvo un aumento de 24 % en el tráfico automotor. Mientras el lunes 20 de abril hubo 242.680 vehículos, ayer se movilizaron 300.653.
También se activaron 80 de las 90 estaciones de las bicicletas públicas EnCicla. Palacio anotó que son más de 1.600 unidades con las que se presta este servicio. De hecho, en el recorrido de EL COLOMBIANO observamos el uso de algunas de estas ciclas en zonas como Estadio y el centro.
La Unidad Deportiva Atanasio Girardot estaba desierta. Solo circulaban, a un costado, algunas personas en bicicleta con dirección a sus trabajos. La mayoría de los comercios estaban cerrados, pero en los alrededores de Parque Berrío y San Antonio vendedores ambulantes ofrecían sus productos.
Los puntos de concentración y el común denominador en los barrios fueron las panaderías, que no tenían mesas habilitadas sino que atendían a comensales en la barra y son como el resplandor de lo que fue la vida en la ciudad antes de la pandemia.
EN DEFINITIVA
En el comienzo de la segunda fase de la cuarentena, la Policía destacó el buen comportamiento ciudadano, a pesar de las filas en el ingreso al metro. Mañana empezarán las sanciones.