En el corazón del Parque Nacional Natural Macuira, en el norte de La Guajira, 55 familias de tres comunidades están transformando su entorno con huertas ecológicas y sistemas de riego por goteo.
Estas acciones, impulsadas por la Fundación Alpina y Fondo Acción, buscan fortalecer la alimentación de las comunidades y recuperar zonas degradadas por el paso del tiempo y el impacto humano.
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En esta parte de La Guajira el agua escasea y el cambio climático golpea con fuerza, estas comunidades que han encontrado esperanza en un proyecto que aprovecha de forma responsable los recursos del bosque nublado de la Macuira. Gracias a sistemas de recolección de agua y pozos, se han instalado 14 riegos por goteo que permiten cultivar sin desperdiciar el líquido vital.
Niños, niñas y mujeres, protagonistas del cambio en Uribia
La iniciativa “Recuperar para Conservar, Nutrir y Producir” pone en el centro a la niñez, las mujeres y los jóvenes. Además de las huertas, se han creado espacios de formación donde los más pequeños aprenden sobre el cuidado del agua, la tierra y las semillas. También se capacita a adultos para mejorar sus prácticas agrícolas y aprovechar mejor los recursos.
El proyecto no solo busca sembrar alimentos, sino también futuro. Se han restaurado suelos erosionados, protegido riberas de arroyos y fomentado el uso de semillas tradicionales para fortalecer la cultura alimentaria local. Esta labor colectiva demuestra que es posible convivir con la naturaleza, cuidarla y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida de las familias.
Voces que inspiran compromiso ambiental
Camila Aguilar, directora de Fundación Alpina, destaca que esta alianza ha impactado a más de 50 familias, integrando el cuidado del ambiente con la seguridad alimentaria. Por su parte, Natalia Arango, de Fondo Acción, afirma que este trabajo demuestra que sí es posible cambiar realidades cuando se apuesta por la educación, la biodiversidad y la participación de las comunidades.
Este proyecto es una prueba viva de que proteger la biodiversidad no es solo conservar especies, sino crear soluciones para los retos de hoy. Restaurar la Macuira con agricultura ecológica y educación ambiental es un camino hacia un desarrollo que valora la vida, cuida la tierra y fortalece a las comunidades frente al cambio climático.