Los computadores de millones de usuarios en todo el mundo resultaron infectados con un malware, que llegaba como una carta de amor.
En mayo del 2000 un virus infectó los computadores de millones de usuarios en todo el mundo, actuando de forma casi inmediata y propagándose rápidamente.
El virus Love Bug O VBS/LoveLetter, originado en Filipinas, llegaba por medio de correo electrónico, con el asunto ‘I Love You’ y en cuerpo tenía el mensaje “Kindly check the attached LOVELETTER coming from me” (“Abre la carta de amor que te envié”, en español).
Muchos usuarios, tal vez por curiosidad, abrían el correo que tenía un archivo adjunto (Love-Letter-For-You.TXT.VBS) y terminaban dando doble clic, descargando así el virus de gusano que se propagaba automáticamente.
Este gusano, desarrollado por Reonel Ramones y Onel de Guzman, estudiantes de ciencias de la computación, podía acceder a los contactos del usuario para enviar masivamente el mensaje, de esta forma muchas personas creían que algún conocido era quien enviaba el correo.
Los daños del LoveLetter
Después de activar el malware dando doble clic, el daño empezaba a ejecutarse: primero se autopropagaba reenviando el mensaje original a todos los contactos de la cuenta de correo, y luego sobrescribía archivos con copias y hacía cambios en el registro de Windows.
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Según el portal We Live Security, el virus infectó cerca de 55 millones de computadores en Estados Unidos, Europa y América Latina, causando daños valuados en 10.000 millones de dólares.
Ante el ataque, las empresas empezaron a alertar a los usuarios de todas las formas posible sobre el malware.
Compañías y entidades gubernamentales tuvieron que desconectar los equipos de internet para controlar los daños, con la ayuda de expertos en seguridad informática.
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Sin embargo, lo más efectivo en ese entonces era prevenir a las personas para que no descargaran el Love Bug, por eso enviaron cartas a buzones de correo, hicieron uso de las páginas corporativas, dejaban mensajes de voz en los teléfonos, todo lo que estuviera a su alcance para evitar que el malware se propagara.
Aunque las autoridades detuvieron a los jóvenes creadores del malware, ninguno de los dos fue condenado, pues en ese entonces, la ley de Filipinas no contemplaba los delitos informáticos.
NoticiasRCN.com