SANTIAGO OLIVARES TOBÓN
Pese a ser pacíficos históricamente, en ambos se registran de a cinco casos este año, cifra que supera a todo 2021.
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En cuestión de un mes y medio, hablar de un asesinato en Envigado y Sabaneta se ha vuelto parte de las conversaciones diarias. Todo porque desde el 1 de junio se han presentado siete homicidios en ambos municipios, cuando en todo 2021 solo hubo tres casos por localidad.
El caso más reciente fue el de Uver Antonio Escobar Jaramillo, de 45 años, quien fue apuñalado en medio de una riña en la madrugada del pasado lunes en el barrio San Rafael, de Envigado, con una persona con la que estaba departiendo y la cual fue capturada luego de los hechos. La muerte de este hombre es la quinta que se ha presentado este año en este municipio y la cuarta desde que inició junio.
En Sabaneta se vive una situación similar en materia de asesinatos. Después de haber tenido 171 días sin saber de un fallecimiento entre el 10 de septiembre de 2021 y el 1 de marzo de este año, ya son cinco las personas que han perdido la vida por homicidio.
Pero los temas delincuenciales, contrario a lo que ocurría en otros tiempos, no son el principal dolor de cabeza en estos municipios. La intolerancia es la causa de los homicidios en ambas localidades, ya que de los 10 casos que tienen en conjunto, cuatro de ellos han sido por altercados, mientras que dos han tenido que ver con hechos de estructuras criminales, según los avances de las investigaciones conocidas por las alcaldías.
La mayoría en una zona
Rafael Alejandro Betancourt, secretario de Seguridad y Convivencia de Envigado, indicó que si bien preocupa el aumento de este delito, es el municipio con menor tasa de homicidios, con 2 casos por cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, la alerta está puesta sobre la zona 6 de Envigado (barrios El Chinguí, El Salado, La Mina, San Rafael y San José), en la cual han ocurrido cuatro de los cinco asesinatos de este año. El funcionario aseguró que se está haciendo un trabajo especial en este punto.
Para afrontar el fenómeno de la intolerancia en este municipio, el secretario habló de un trabajo enfocado en cuatro frentes: operativos de control, campañas de promoción de convivencia con Policía de Vecindario, intervención de unidades residenciales con el equipo de Gestores de Convivencia y campañas en redes sociales.
Riñas y líos de afuera
En el caso de Sabaneta, las causas de los homicidios son más diversas. Mariano Atehortúa, secretario de Seguridad, resaltó que uno de los casos fue por hechos de intolerancia, el registrado entre dos hermanos el 2 de mayo.
Dos registros tienen que ver con temas que no vinculan a Sabaneta, como el homicidio de un joven por un conflicto de Titiribí el pasado 1 de marzo, o el hombre que fue hallado en el río Medellín, a la altura de la estación Sabaneta el 7 de mayo y el cual, según el secretario, sería por un tema ocurrido en La Estrella. Otro de los homicidios, que tuvo lugar dentro de la estación del metro y que cobró la vida de Luis Fernando Bru Bejarano el 6 de julio, se habría cometido por un ajuste de cuentas, según el general Javier Josué Martín Gámez, comandante de la Policía Metropolitana.
El restante hecho que tiene en vilo a la seguridad en Sabaneta ocurrió el pasado viernes en la zona céntrica, cuando Jair Alexander Calle, de 41 años, fue asesinado cuando intentaba evitar con un arma traumática el hurto a dos mujeres. En la reacción, los delincuentes dispararon.
De estos hechos, según el secretario, “se han logrado esclarecer tres casos con capturas y tenemos a punto un cuarto hecho. Solo nos queda uno en proceso”.
