Cartagena finaliza la instalación de 1.598 bolardos en su Centro Histórico para proteger las fortificaciones y sus zonas verdes, preservando su valor patrimonial y mejorando la seguridad urbana.
La Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar) ha concluido la instalación de 1.598 bolardos de concreto reforzado alrededor del cordón amurallado del Centro Histórico de Cartagena, abarcando desde el baluarte de San Ignacio hasta el baluarte de San Pedro Mártir, a lo largo de la avenida Santander.
Esta intervención, que cubre 2.396 metros lineales, forma parte del Plan Anual 2024 de las fortificaciones y tiene como objetivo principal proteger estas zonas verdes de parqueos irregulares y preservar la apreciación estética y arquitectónica de estos Bienes de Interés Cultural.
Los bolardos son elementos de seguridad urbana que consisten en postes o barreras cortas y robustas, generalmente fabricados de materiales como concreto, metal o plástico.
Su principal función es delimitar espacios, controlar y regular el tránsito vehicular, impedir el estacionamiento indebido y proteger áreas peatonales o estructuras importantes de posibles daños causados por vehículos. En el contexto de la protección patrimonial, como en el caso de las fortificaciones de Cartagena, los bolardos se utilizan para evitar que vehículos accedan o estacionen en zonas restringidas, preservando así la integridad y el valor histórico de estos espacios. Además de su función práctica, los bolardos también pueden tener un diseño estético que se integra con el entorno urbano.
La obra fue liderada por la Etcar, en colaboración con la Alcaldía Mayor de Cartagena, y busca garantizar que tanto residentes como turistas puedan disfrutar sin obstáculos de este importante patrimonio fortificado.
Sandra Schmalbach, directora de la Etcar, destacó que “estas acciones siguen garantizando que propios y visitantes puedan apreciar y disfrutar sin obstáculos de nuestro patrimonio fortificado. Además, estas obras son también un escenario de aprendizaje para los aprendices y una oportunidad laboral para los egresados de nuestra Escuela Taller”.
La intervención contó con la participación de 12 egresados, un maestro, y 10 aprendices del Taller de Albañilería de la Etcar, quienes contribuyeron a la ejecución de la obra. La estrategia de instalación de bolardos fue implementada por primera vez en 2015 como una medida para recuperar las zonas verdes de las murallas y baluartes, que anteriormente eran utilizadas como parqueaderos de vehículos, afectando la integridad de estas estructuras históricas.
Gracias a esta medida, se ha logrado mantener despejadas y disponibles para la ciudadanía las áreas adyacentes a las fortificaciones, promoviendo su uso como espacios recreativos y de esparcimiento. Con la finalización de este proyecto, Cartagena reafirma su compromiso con la conservación y valorización de su patrimonio cultural.