Familias piden mejores condiciones mientras se llevan a cabo estudios que determinen se pueden regresar a sus hogares después de la emergencia ocurrida con el volcán Los Aburridos.
Luego de más de 20 días de la erupción del volcán Los Aburridos en límites entre los municipios de Necoclí , San Pedro de Urabá y Turbo, persiste la inquietud para un grupo de al menos 39 familias indígenas Zenú que debieron dejar la zona que habitaban por riesgos de deslizamientos y nuevas erupciones.
Tras lo ocurrido la mitad de grupos familiares permanecen albergadas en la vereda Santiago de Urabá y el resto en una zona ubicada a unos 300 metros de donde se registró la erupción. Sin embargo, aseguran que no han recibido la atención suficiente para garantizar condiciones dignas de vida mientras se adelantan los respectivos estudios que permitan determinar si es posible que puedan regresar a las zonas de las que salieron.
Aunque han recibido algunas ayudas, estas se han quedado cortas según explicó Carlos Mario Talaigua Pacheco, fiscal de la comunidad y líder social.
«Nos brindaron su apoyo con un kit de alimentación, solo 15 kits, donde somos alrededor de 39 familias que nos encontramos en el albergue. Nos hna brindado un poquito el apoyo, pero no es muy constantemente», expresó Talaigua.
Mientras se adelantan las indagaciones para establecer la seguridad del retorno a la zona, estas familias solicita a la Gobernación de Antioquia ser reubicadas a zonas donde pueden tener una mejor calidad de vida, especialmente en materia de salud, pues cerca de 28 menores de edad están en riesgo de contraer enfermedades e infecciones por cuenta de las difíciles condiciones que tienen actualmente.