JUAN DIEGO ORTIZ JIMÉNEZ
La región no tiene alternativas que soporten la demanda cuando hay problemas en la Línea A.
La contingencia del @MetroDeMedellin nos pone de presente la importancia de #TrenDelRío, proyecto trascendental que requiere el compromiso de varias administraciones y del Gobierno Nacional para dar solución al problema de movilidad de millones de habitantes del Valle de Aburrá. pic.twitter.com/7XHsuiDWsv
— Aníbal Gaviria Correa (@anibalgaviria) June 17, 2022
El hueco que apareció el jueves en la vía férrea del metro evidenció una vez más lo vulnerable que es la región metropolitana cuando su sistema de transporte tiene alguna suspensión del servicio: una falla puntual, en una línea que mide casi 26 kilómetros, afectó a 260.000 personas, colapsó el norte y tuvo repercusiones en el resto del Valle de Aburrá, que ayer vivió entre trancones tras el levantamiento del pico y placa.
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Por lo menos una semana más durará el problema, porque ese es el tiempo estimado de ejecución de una solución provisional que permita habilitar de nuevo el paso de trenes, la cual consiste en inyectar concreto a la socavación para darle estabilidad a la vía férrea.
El problema volvió a poner sobre el escritorio la urgencia de que se concreten los recursos para construir el tramo metropolitano del ferrocarril, que vaya paralelo a la Línea A y sirva de soporte cuando esta tenga alguna falla; y de constituir un fondo común para atender los puntos críticos del río que ponen en riesgo la operación del sistema.
Ambos planes son urgentes y estructurales. La línea paralela al metro es la única alternativa viable que tiene el sistema. Los números son contundentes: un tren de seis coches transporta 1.800 personas y pasa cada tres minutos por las estaciones en horas pico. Para evacuar un tren completo durante alguna falla en el sistema de transporte masivo se requieren 45 buses cada tres minutos. Serían necesarios 900 buses cada hora.
Por más que se active el plan de contingencia para interrupciones del sistema férreo, que permite la libertad de las rutas de buses públicos y levanta el pico y placa para mitigar las consecuencias, es imposible evacuar esa cantidad de gente. Son usuales entonces los ríos de personas desfilando por las avenidas en busca de un cupo en cualquier buseta que está atestada.
El gobernador Aníbal Gaviria Correa reiteró ayer la urgencia de concretar ese tramo metropolitano del ferrocarril, llamado por este gobierno el Tren del Río. El trazado completo por el Valle de Aburrá tiene 63 kilómetros y fue dividido en dos etapas: Aguacatala-Barbosa y Aguacatala-Caldas. La región priorizó el primer tramo, de 46,5 kilómetros, con 14 estaciones (siete de ellas integradas al metro) y una expectativa de movilizar 224.000 personas diarias en 2026. Sin plata de la Nación, a la que se le piden $2,96 billones de cofinanciación, el proyecto sigue en el papel.
“Iría paralelo y redundando las líneas del metro que en ciertos trayectos está saturado. En situaciones como la falla actual se podrían utilizar otros ejes mientras se repara. Hará más grande y armonioso el sistema”, dijo el gobernador.
Pero otro frente más urgente es la atención de las zonas críticas que ponen en riesgo al sistema de transporte y a las autopistas nacionales que cruzan la región. Un estudio de la Universidad Nacional, de 2014, identificó 84 puntos en la canalización del río.
La competencia sobre a quién corresponde monitorear el cauce continúa siendo difusa, situación que se agrava ante el recrudecimiento de la ola invernal, que esta semana derivó en una alerta roja emitida por el Ideam, por los altos niveles del río.
El gerente del Metro, Tomás Elejalde, reiteró ayer el llamado para constituir un frente común para atender el cauce. Dijo que la empresa ha hecho inversiones por $20.000 millones en los últimos dos años en reparaciones del margen que corresponde a las vías férreas, pero llamó para que el cauce sea visto de forma integral y se puedan atender los problemas de la margen contraria a la línea férrea del metro. El miércoles pasado se hizo una reunión con los alcaldes del Aburrá para coordinar un protocolo, pero, según el director del Área, Juan David Palacio, la región no tiene plata para hacerlo, por lo que pedirá apoyo a la Nación.
¿Cuánto duran los trabajos?
Aunque el restablecimiento de las operaciones del metro podría tener lugar a inicios de la próxima semana, los trabajos estructurales requeridos para remediar la socavación podrían tomar dos semanas más.
Andree Uribe, alcaldesa (e), dijo que se avanza en dos alternativas: una permitirá el restablecimiento inyectando concreto a la socavación para proporcionar estabilidad en la vía férrea. La solución estructural, que arrancó ayer, tomará hasta tres semanas, pero no interferirá en la operación.
Agentes de tránsito regulan el alto flujo vehicular en la zona, especialmente en el sentido norte-sur de la Autopista Norte y el perímetro de la Terminal. En esta se presenta una afluencia masiva, por lo que se recomienda consultar el estado de las vías para planear sus recorridos.
Mientras dura la suspensión del servicio entre Tricentenario y Caribe, fue habilitada una ruta integrada de buses eléctricos entre estas dos estaciones. Los usuarios que utilicen estos buses no tendrán que pagar un costo adicional
CONTEXTO DE LA NOTICIA
¿QUÉ SIGUE?
MAÑANA, SERVICIO GRATIS POR ELECCIONES
El metro de Medellín será gratuito mañana 19 de junio en algunas de sus líneas desde el inicio de la operación comercial, hasta las 5:00 p.m. La gratuidad temporal aplicará en las líneas A y B, en el tranvía de Ayacucho y en los metrocables líneas K, J, H, M y P (Santo Domingo, San Javier, La Sierra, Miraflores y Picacho). Las líneas mencionadas de cables iniciarán operación comercial a partir de las 7:00 a.m. Esta medida de tarifa transitoria de cero (0) pesos no aplicará, como en elecciones anteriores, en las líneas 1, 2 y O de buses, ni en las cuencas 3 y 6; y tampoco para la línea L (Arví).
