Autovacuna erradicó el mal del fibropapilomatosis, enfermedad que condena la tortuga verde a la eutanasia.
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Investigadores de la Universidad del Magdalena desarrollaron una autovacuna que curó a una tortuga marina verde (Chelonia mydas), diagnosticada con fibropapilomatosis, enfermedad tumoral que compromete la supervivencia de la especie.
Gracias al estudio científico, el reptil no recibió la eutanasia, un procedimiento que generalmente sucede en estos casos. Sanada, fue devuelta a su hábitat.
El proyecto de caracterización molecular de la enfermedad, fue respaldado por profesionales de Corpamag, la Universidad Cooperativa de Colombia, UCC y El Acuario.
La aparición de tortugas verdes enfermas con fibropapilomatosis en los mares de Santa Marta encendió las alarmas y ante este panorama – que indica el deterioro del ecosistema marino y amenaza la conservación de la especie – desde hace año y medio el equipo científico inició un proyecto de caracterización molecular de la enfermedad.
La autovacuna
Vivian Villalba, docente investigadora de la Unimagdalena y autora de la novedosa fórmula, explicó los pasos que se dieron para lsanar la tortuga.
Dijo que «se tomó un segmento del tumor y se construyó un preparado con adición de reactivos que permitieran estimular las defensas».
«Seguidamente se administró con antígenos dosificados en varias etapas para que el mismo sistema inmune destruyera la infección viral”, anotó.
Agregó que «tras la reducción progresiva de los tumores y cambios en su consistencia, la tortuga fue sometida a cirugía para extirpar el excedente de tejido».
«Luego de siete meses en observación, no volvió a presentar fibropapilomas. Las muestras de sangre comprobaron la ausencia total del virus», precisó.
Esto se convierte en la única autovacuna en el mundo para el tratamiento de fibropapilomatosis en tortugas verdes, clave para evitarles la eutanasia.
“Podría ser una herramienta novedosa a largo plazo, pero hay que seguir evaluando el impacto de su aplicación”, precisó la científica.
A su turno Lyda Castro García, directora del Centro de Genética y Biología Molecular de la Universidad del Magdalena y líder del proyecto explicó que «se utiliza la técnica de PCR en tiempo real, la misma que se emplea para el diagnóstico de SARS-CoV-2 (Covid)».
«Se toma una muestra de la tortuga y se detecta el ADN del virus. Con PCR convencional se secuencian partes del genoma del virus y se comparan con otros ya registrados y secuenciados”, indicó la científica.
Los investigadores aún rastrean las causas de la enfermedad, pero la correlacionan con la calidad de los ecosistemas y efectos antropogénicos como la contaminación, considerando que es transmisible. Pero el diagnóstico no es suficiente.
Los científicos superaron los parámetros del proyecto y se solidarizaron para desarrollar un tratamiento antes de liberar a la tortuga y evitar la propagación de la fibropapilomatosis.
Los investigadores de la Universidad del Magdalena y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, esperan darle continuidad al proyecto con el estudio de otras tortugas que, lamentablemente, siguen llegando infectadas al Centro de Rescate sin conocer su origen.
También aspiran a lograr financiación para someterlas al tratamiento que servirá para seguir comprobando la efectividad de la autovacuna y propender porque las especies no tengan que permanecer aisladas de su hábitat natural con la calidad de vida afectada.