Sucedió en la madrugada de este miércoles 4 de enero.
La racha violenta continúa en el Oriente de Antioquia. Un nuevo hecho estremeció a Rionegro cuando, en la noche de este 3 de enero, fue atacado a bala un carro particular que, al parecer, hacía un servicio de transporte a dos pasajeros.
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Los ocupantes habrían salido de una unidad residencial, donde el conductor los recogió. En medio del recorrido fueron atacados.
El vehículo fue baleado cuando iba por la calle conocida como la del colesterol. Ahí fue interceptado y unos hombres, que irían en una moto, abrieron fuego contra la pareja, que al parecer estaba en la silla de atrás.
Aunque en un comienzo se dijo que el conductor había muerto, personas cercanas al caso mencionaron que se encuentra bien. De hecho, el conductor mismo llevó a los heridos hasta el hospital San Juan de Dios, de la misma localidad.
En el hospital, desafortunadamente, falleció el ocupante a causa de los disparos que había recibido, mientras la mujer, que sería su pareja, está siendo atendida. Hasta el lugar llegó el personal de la Sijín y CTI para comenzar con la investigación de los hechos.
El coronel Daniel Mazo, comandante de la Policía Antioquia, reveló que la persona que falleció tenía antecedentes penales por concierto para delinquir, lesiones personales, porte ilegal de armas, hurto calificado y tráfico de estupefacientes y era conocido como Tatán, de 25 años. La mujer herida fue capturada, pues en el carro se encontró un arma de fuego sin salvoconducto.
Aunque no se tiene claro cuál fue el móvil del ataque, este hecho engrosa la racha violenta que vive esa subregión del departamento. El arribo desde hace algunos años de los grupos delincuenciales de Bello, que pretenden extender su territorio criminal en esta subregión y la confrontación con bandas criminales que ya estaban arraigadas ha llevado a que la estela de violencia se esté expandiendo por los 23 municipios.
Los Chatas, El Mesa y Pachelly, todas provenientes de Bello y las cuales han buscado arraigo en diferentes poblaciones, lo que ha traído consigo aumentos considerables en las regiones donde se han radicado, aunque no en todos.
Las principales causas que han llevado a esta violencia en esta subregión, relacionada en su mayoría con retaliaciones entre organizaciones criminales, tiene como finalidad el control por el tráfico de estupefacientes, la explotación sexual, la extorsión y el hurto.
Esa disputa se hace evidente en las cifras. Mientras en 2021 se presentaron 181 homicidios en la subregión, en 2022 fueron 205. Hay municipios especialmente golpeados. Sonsón, Argelia y Nariño son donde más se ha recrudecido la violencia.
