VANESA RESTREPO |
En un sótano de una casa del barrio Doce de Octubre, la Policía encontró una fiesta clandestina en la que más de 40 personas, entre ellas 12 menores de edad, consumían licor en un espacio sin ventilación, distanciamiento social ni uso del tapabocas, medidas obligatorias durante la pandemia por covid-19.
El general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana, informó que las autoridades fueron alertadas por llamadas ciudadanas al 123 y que al llegar, hallaron la fiesta en la carrera 81 con calle 112.
“En el lugar fueron encontradas cerca de 40 personas, 28 adultos con edades entre 18 y 41 años de edad, a 18 de ellos se les impuso comparendo ($936-320) y traslado inmediato al Centro de Traslado por Protección (CTP), los otros 10 fueron capturados por el artículo 368 del Código Penal, violación a las medidas sanitarias”, informó el general.
A los 12 menores de edad les restablecieron sus derechos y fueron entregados a sus padres por agentes de la Policía de infancia y adolescencia.
El sitio, al parecer, funcionaba como discoteca clandestina, pues durante el operativo fueron decomisados equipos de sonido, columnas metálicas, bafles y una consola de audio. Fuentes oficiales confirmaron también que en el lugar había una barra adecuada para la venta de licor.
Desde el pasado 25 de marzo, en el Valle de Aburrá se han efectuado 573 capturas, amparadas en el artículo 368 del Código Penal, en el que se lee: “El que viole la medida sanitaria adoptada por la autoridad competente para impedir la introducción o propagación de una epidemia, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años”.