En Tibú, integrantes del ELN atacaron a un pelotón del Ejército, en donde resultó herido un integrante del Ejército.
Amanecemos con una delicada situación de orden público en varias regiones del país, por cuenta de las acciones violentas y terroristas cometidas por grupos armados ilegales, como el ELN,que en teoría están en negociando acuerdos de paz con el Gobierno Nacional.
La situación más delicada se presenta en los departamentos del oriente del país: Arauca, Norte de Santander, Santander y Cesar, pero también en Antioquia, Cauca y en Nariño.
El ELN intenta presionar y someter con actos violentos al gobierno para que acepte sus condiciones, con el fin de reanudar el cese del fuego bilateral, esas condiciones pasan por el hecho de que el Gobierno saque a esa guerrilla de la lista de GAO, Grupos Armados Organizados.
El principal objetivo terrorista del ELN en las últimas horas ha sido el oleoducto Caño Limón – Coveñas, que ha sido atacado en la vereda Granada en Saravena, Arauca y en El Carmen, Norte de Santander.
Según reporta Cenit, la empresa transportadora de crudo de Ecopetrol, durante este año se han cometido seis atentados contra el oleoducto, situación que incluso pone en riesgo el abastecimiento de gas en todo el nororiente de Colombia.
En Tibú, integrantes del ELN atacaron a un pelotón del Ejército, en donde resultó herido un integrante del Ejército.
En el departamento de Antioquia fueron incinerados tres camiones y un bus de servicio público en medio de un ataque terrorista cometido por delincuentes pertenecientes al ELN en Valdivia, norte del departamento.
En Caldono, Cauca, las disidencias de alias ‘Iván Mordisco’ asesinaron a Andrés Ascué, uno de los coordinadores de la Guardia Indígena.
Y en Samaniego, Nariño, las autoridades desactivaron una motocicleta cargada con explosivos, que pretendía ser detonada muy cerca de un jardín infantil, ataque que también estaba siendo preparado por las disidencias de ‘Iván Mordisco’.
En medio de un escenario tan complejo en materia de orden público, hay silencio absoluto por parte de la Oficina del Alto Comisionado de Paz sobre el futuro de unas negociaciones de paz que hoy están más “empantanadas” que nunca.