POR: NELSON MATTA COLORADO
Asesinatos en Valle de Aburrá fueron menores que en cuarentena al bajar de 625 a 591 casos.
TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/
4 homicidios en Sabaneta en dos años (2020-21), el menos violento de la subregión.
La violencia les dio un respiro a los habitantes de Sabaneta y Envigado en 2021, pues en cada localidad hubo apenas tres funerales causados por homicidios.
Este logro hizo parte de una reducción general de asesinatos en el Valle de Aburrá, del 5,44% en comparación con 2020.
Según la estadística oficial, Envigado bajó de siete a tres casos y Sabaneta pasó de uno a tres. Esto implica que, en promedio, hubo un muerto cada 121 días. El último conflicto que afectó a los dos municipios ocurrió entre 2018 y enero de 2019, cuando las bandas “el Trianón” y “la Terraza” se enfrentaron a una disidencia de esta última por el control de las plazas de vicio. Hubo 14 muertos y ocho heridos en tiroteos en vía pública y locales comerciales.
La disidencia fue derrotada, el cabecilla “Tréllez” capturado y su jefe de sicarios, “Hache”, asesinado, con lo que se instauró una calma en el bajo mundo desde 2020, que perdura hasta hoy.
En el área metropolitana hubo 591 muertes violentas el año pasado, 34 menos que en 2020. Esta merma es importante teniendo en cuenta que no es fácil superar al primer año de la pandemia, cuando casi todas las cifras de seguridad mejoraron gracias al encierro obligado.
No obstante, si contemplamos las particularidades de la subregión, de los 10 municipios hubo cinco en los que aumentaron los asesinatos, situación que hace poner los pies en la tierra y de entrada plantea los desafíos que tendrán que afrontar las autoridades y la sociedad en 2022.
Balance del sur
En La Estrella y Caldas hubo aumentos leves: de 13 a 17 en el primero y de 16 a 18 en el segundo. Entre las causas estuvieron los problemas de convivencia vecinal y familiar, así como que allí arrojaron cuerpos de otros lugares.
Sin embargo, indicaron fuentes judiciales, no pueden pasarse por alto las vendettas ligadas al tráfico de estupefacientes. El Clan del Golfo patrocina a las bandas más tenebrosas de estos municipios, “la Miel”, de Caldas, y “la Inmaculada”, de La Estrella, que representan el desafío más grande para 2022 en ambos lugares.
Itagüí logró superar un problema de orden público generado por el combo “el Ajizal”, que en su intento por controlar las extorsiones al transporte informal en varias veredas, causó homicidios, zozobra y desplazamientos entre 2020 y 2021.
Los líderes de la facción fueron capturados, mitigando el único conflicto en el municipio, que bajó de 43 a 27 casos (-37%). Según la Alcaldía, 2021 fue el año con menos homicidios desde los 80 en Itagüí, y Rafael Otálvaro, el secretario de Seguridad, reiteró que “con estas cifras nos consideramos una ciudad segura”
El norte del Aburrá
El 2020 fue duro para los bellanitas, con 115 asesinatos, derivados de la continuidad de un conflicto entre bandas que comenzó en 2019. Los enfrentados fueron “Pachelly” contra “el Mesa” y “Niquía”, por el control de negocios ilegales y venganzas pendientes.
Tal violencia atrajo la atención del Gobierno Nacional, que ordenó una intervención urgente. Grupos especiales de la Policía y la Fiscalía arremetieron, llevando a la cárcel a los principales cabecillas de la mafia, mientras que otros perecieron en el fuego cruzado. Estando contra las cuerdas, esas bandas no tuvieron más remedio que pactar una tregua en octubre de 2020, que se mantiene hasta hoy, contribuyendo a la disminución de homicidios en 2021, que fue de 57 casos (-50%).
El mérito de las autoridades fue mantener la ofensiva con operativos y un plan de recompensas, que sirvieron para que Bello tuviera los mejores resultados del Aburrá en la lucha contra el crimen organizado. Para citar un ejemplo, en el segundo semestre de 2021 capturaron a siete cabecillas de alto perfil: “Naranjo”, de “los Triana”; “Perica” y “Guayabo”, de “Pachelly”; “Gordo Willington”, “Calambre” y “Peluche”, de “el Mesa”; y “Calvo Ruiz”, de “la Camila”.
Según el alcalde Óscar Pérez, van 47 cabecillas y 700 integrantes de combos detenidos, al igual que 13 casas de vicio demolidas.
En Barbosa y Girardota la criminalidad está muy asociada a las mafias bellanitas, que extienden sus redes de narcotráfico, sicariato y extorsión hacia esas localidades. En la primera, los homicidios bajaron de 31 a 27 (-13%); y en la segunda, de 11 a 9 (-18%).
Barbosa fue escenario de dos operaciones claves: en marzo pasado arrestaron a 14 policías corruptos, implicados en el tráfico ilegal de madera y del combustible de las patrullas; y en diciembre, a 12 miembros de “los Chatas” que delinquían en cinco barrios y cuatro veredas.
Copacabana fue el único del norte que aumentó los asesinatos, de 19 a 27 (42%). Allí no hay conflictos de bandas, pero han encontrado cadáveres de gente aniquilada en otras ciudades y abandonada en sus vías, o arrastrada por el río Medellín.
Más allá de esto, la intolerancia y la violencia intrafamiliar le dejaron una profunda herida y el último diciembre fue desastroso. El día 9, un hombre mató a su expareja y a su hijo de 14 años con una almadana, en el barrio Miraflores; el 10, otro despechado asesinó a su novia con 64 puñaladas, en el barrio Asunción; y el 25, una riña familiar dejó un muerto y cuatro heridos, en La Misericordia .
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARÉNTESIS
¿Y EN MEDELLÍN?
Del balance de homicidios en Medellín hablamos en detalle en un artículo anterior. Para destacar, hubo un aumento del 9,2% al pasar de 369 a 403 casos entre 2020 y 2021. Subieron las muertes en 8 de 16 comunas y 4 de 5 corregimientos; sin embargo, 2021 fue el segundo año con menos asesinatos desde 1979.
