EL SALVADOR:
Por Claudia Espinoza
Los habitantes de cinco comunidades no están de acuerdo con la construcción del megapenal. Denuncian la grave contaminación que les ocasionará, además del devalúo de sus tierras.
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Cinco comunidades cercanas al megapenal de Tecoluca reclamaron ayer al presidente de la República, Nayib Bukele, por no haber sido tomados en cuenta a la hora de decidir la construcción en el caserío El Perical, donde albergarán a 40,000 reos.
Pobladores de El Milagro, San Francisco Angulo, Ismendia, Llano Grande y Nuevo Amanecer, junto a lisiados y veteranos de guerra, expresaron su molestia hacia la construcción del centro penitenciario y por el hecho de no haber sido tomados en cuenta por el Gobierno para la factibilidad de la construcción.
Expresamos nuestro enérgico rechazo a la construcción de la cárcel que el presidente Bukele construye en tierras de El Perical. Este es un proyecto inconsulto, que no cuenta con la aprobación de la población del municipio y que generará graves daños ambientales, sociales y productivos», denunció Marina Díaz, presidenta de la Asociación Municipal de Víctimas del Conflicto Armado en Tecoluca.
Díaz responsabilizó al actual alcalde de Tecoluca, Nicolás García, y su partido Nuevas Ideas de las «desgracias, el narcomenudeo, delincuencia y crimen organizado» que según ellos se generará tras haber autorizado el penal en dicha zona.
También dijeron que apoyan lo dicho por el sacerdote Juan Vicente Chopín la semana pasada, cuando afirmó que «a San Vicente le gusta la cultura» y si el presidente quiere poner un penal «que lo ponga en Nuevo Cuscatlán». «Nosotros queremos universidades. Al presidente Nayib Bukele le decimos que no queremos cárceles», expresaron.
Otras de las preocupaciones de los lugareños es la devaluación de sus terrenos por vivir cerca de un centro penitenciario. César Medina, representante de las comunidades, dijo que las propiedades pierden valor cuando están cerca de cárceles, porque ocurren problemas sociales y ambientales que dañan la zona.
«Nadie quiere vivir o comprar terrenos cerca de las cárceles, porque hay delincuencia, robos y prostitución», destacó.
Además señaló que los 40,000 reos que habrán en esa prisión de máxima seguridad es casi el doble de la población de Tecoluca, que son poco más de 27 mil habitantes. «En este penal tendrán un alto consumo de agua por cada reo y por eso están perforando pozos que afectarán a nuestros mantos acuíferos», aseveró.
Uno de los habitantes de San Francisco Angulo, José Esteban López, informó que ya están viendo en los ríos cierta contaminación que baja desde los caudales que vienen de la construcción del centro penal. Dicen que están siendo afectados porque esa agua parece lodo y ya no la pueden ocupar para riego de verano, ni para dar de beber a su ganado. Los afectados son los ríos San Francisco Angulo e Ismendia. «De alguna manera nosotros estamos indagando porque no hemos descubierto dónde están echando las heces de los baños portátiles. Estamos sospechando que los podrían descargar en las cuencas de los ríos. Ahora buscamos alguna institución medioambiental para que nos haga el estudio», añadió.
Un pescador también llegó al pronunciamiento de las comunidades y contó que así como va la construcción, sin saber qué medidas tomarán con los desechos, dentro de poco la contaminación llegará hasta el estero de Jaltepeque, que está a unos 30 kilómetros, porque la contaminación se uniría al río Aguacate que es el que desemboca allí.
Lamentó que si llegaba a ocurrir ya no podrán pescar camarón, jaiba, sambo y róbalo, entre otras especies de peces que son el sustento de más de 200 familias que viven en la comunidad Santa Marta.
Las comunidades afectadas hicieron un llamado al alcalde de Tecoluca, Nicolás García, a que se pronuncie por la construcción del penal, ya que fuentes de la Alcaldía les informaron que están tratando de esconder el tema en las reuniones del concejo municipal.
