EL SALVADOR:
Por Laura Jordán
Casa Presidencial argumenta en su resolución que no es de su competencia institucional. Hasta el momento, ni El Salvador ni los Estados Unidos han mostrado un documento oficial del acuerdo migratorio alcanzado para deportar migrantes venezolanos.
El Gobierno de El Salvador se declaró incompetente de proporcionar el documento con el que Nayib Bukele acordó con los Estados Unidos el ingreso de migrantes venezolanos deportados a El Salvador, acusados de pertenecer al Tren de Aragua, sosteniendo que no se encuentra dentro de sus funciones institucionales poseerlo.
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La Unidad de Acceso a la Información Pública, consultada por una periodista de este periódico, argumentó que, de acuerdo con el artículo 46 del Reglamento Interno del Órgano Ejecutivo (RIOE), sólo puede conocer de los procedimientos de acceso cuando estos estén relacionados a datos de cualquiera de las Secretarías de la Presidencia mencionadas en este artículo.
El RIOE menciona en ese apartado a la Secretaría Privada de la Presidencia y establece que es su deber “tramitar cualquier solicitud de particulares hecha al Presidente de la República”.
Desde el 15 de marzo pasado, el gobierno salvadoreño ha recibido 288 migrantes deportados desde los Estados Unidos bajo un acuerdo sobre el que se desconocen las condiciones de su funcionamiento.
La única información revelada indica que el gobierno de Trump pagará $6 millones para que Bukele los albergue durante un año en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) y podría ser prorrogable.
Estas personas son acusadas como miembros del Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha (MS-13) y fueron trasladadas a El Salvador en tres grupos que llegaron en diferentes vuelos.
El primero, con 251 personas, arribó la noche de aquel 15 de marzo y madrugada del siguiente día. Tras ese primer ingreso al país, Bukele confirmó que recibía una “cuota” del gobierno estadounidense a cambio de albergarlos en la megacárcel salvadoreña.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, describió aquel convenio como «un acuerdo sin precedentes, el más extraordinario del mundo», tras su visita al país como parte de su gira por Centroamérica, en febrero pasado.
Desde ese momento Rubio se expresó “increíblemente agradecido” por el ofrecimiento de Bukele añadiendo que ningún país había hecho nunca una oferta como esa.
La misma gratitud fue manifestada por el presidente estadounidense Donald Trump, durante la reunión que sostuvo con Bukele en la Casa Blanca el lunes pasado. El gobernante dijo, además, que quedan miles de miembros del Tren de Aragua en el país americano y que parte de estos serán enviados a El Salvador.
Los últimos dos grupos que aterrizaron en suelo salvadoreño llegaron el 31 de marzo con 17 deportados y el 13 de abril con otros 10.
No hay límite
El subjefe de gabinete de la Casa Blanca confirmó, el lunes previo a la reunión entre los mandatarios, que no hay límite sobre el número de deportados que podría enviar a El Salvador.
“No hay límite para el acuerdo: seguiremos enviando terroristas extranjeros a El Salvador, así como a muchos otros países”, dijo Stephen Miller en declaraciones a periodistas.
Bukele también manifestó su disposición de continuar apoyando a Estados Unidos en seguridad. “Estamos deseando ayudar. Sabemos que tienen un problema con el crimen, un problema de terrorismo, y que necesitan ayuda. Si podemos ayudar, lo haremos”.