EL SALVADOR:
Amparándose en un convenio, las clínicas envían a los usuarios a las farmacias del CEFAFA. SIMETRISSS dijo que el ISSS ha cortado comunicación con ellos por haber denunciado la escasez.
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Clínicas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) han recurrido al convenio que mantiene la entidad con el Centro Farmacéutico de la Fuerza Armada (CEFAFA) para solventar la escasez de medicamentos, afirmó ayer el Sindicato de Médicos del ISSS (SIMETRISSS).
El 17 de febrero, el Seguro Social confirmó en un comunicado que se enfrenta a un desabastecimiento de medicamentos y lo atribuyó al «incumplimiento de contratos y regulación por parte de los principales laboratorios farmacéuticos y droguerías nacionales e internacionales», una situación que según el ISSS comenzó en 2022.
El comunicado se publicó un día después de que el SIMETRISSS denunciara públicamente que la escasez ha afectado a los usuarios de hasta 80 tipos de medicamentos, entre ellos pacientes con cáncer, con problemas de presión arterial, entre otros. Según la información que brindó el sindicato en ese momento, las clínicas del Seguro Social reportaban un suministro irregular de fármacos como metformina y glimepirida, que se recetan para tratar la diabetes; además de ibuprofeno, furosemida, multivitaminas, hierro y ácido fólico, entre otros.
A una semana de la denuncia pública, el sindicato dijo ayer que el problema «persistía en menor cantidad», pero porque algunos centros del ISSS «habían tomado a bien pagar el medicamento a través de CEFAFA».
En 2014, el ISSS y CEFAFA firmaron un convenio para que las farmacias de la FAES suministren medicamentos a los derechohabientes del Seguro Social cuando este no lo tenga disponibles. El ISSS luego paga esas medicinas al CEFAFA.
Según el instructivo del convenio, este acuerdo podrá utilizarse cuando la falta de disponibilidad se deba a tres factores: incumplimiento de contrato de parte del suministrante por no entregar los medicamentos en la fecha estipulada, fallas de control de calidad en los productos entregados o por ser medicamentos de difícil adquisición.
SIMETRISSS explicó que este convenio se ha activado incluso «en temporada normal» porque «hay ciertos medicamentos que siempre están en escasez». Sin embargo, aclaró que el acuerdo «no se había estado utilizando» y el suministro a través del mismo se reactivó hace unos tres meses. «Y se va a utilizar más», vaticinó el sindicato.
SIMETRISSS dijo tener información que la Clínica Comunal de Ayutuxtepeque y la Unidad Médica Atlacatl, ambas ubicadas en el departamento de San Salvador, son algunas de las que han recurrido a las farmacias de la Fuerza Armada para suplir la necesidad de los usuarios, aunque aclaró que el acuerdo con CEFAFA solo se puede aplicar con ciertos medicamentos, entre ellos antihipertensivos.
Sindicato sin comunicación
El SIMETRISSS también señaló ayer que tras haber denunciado públicamente la escasez de medicinas, «toda comunicación (entre el sindicato) con la torre administrativa (del ISSS) ha sido bloqueada y, por lo tanto, se desconoce si hay o no alguna puesta en marcha de solución (al desabastecimiento)», indicó la gremial.
«Oficialmente, con nosotros se han cerrado los medios de comunicación (con la administración del ISSS)», subrayó el sindicato.
Ayer, fuentes internas de clínicas comunales y unidades médicas del Seguro Social –quienes pidieron anonimato por temor a represalias– confirmaron que continúa el desabastecimiento en al menos 12 medicamentos. En la Unidad Médica de Ilopango, San Salvador, las fuentes reportaron escasez en al menos 10 tipos de fármacos. El problema, explicaron, es que la farmacia «hace compras directas, pero como vienen lotes de otras unidades, clínicas comunales e incluso del Hospital Médico Quirúrgico, rápido se terminan y esa es la razón del desabastecimiento».
Además señalaron que la falta de medicinas «se hace más evidente» ahora por la forma en la que se realizan las compras.
En la Unidad Médica de Santa Bárbara, Santa Ana, afirmaron que el desabastecimiento se mantiene en al menos 12 medicamentos, como aciclovir, utilizado para el tratamiento de infecciones; terbinafina, para tratar hongos de uña; y sulfato ferroso, que generalmente se receta a las personas embarazadas.
Las fuentes aseguraron que también han identificado un suministro irregular en otros medicamentos como esteroides, prednisona e incluso con el acetaminofén, al punto de restringirles las cantidad a recetar «porque no había».
Una vez más, LA PRENSA GRÁFICA buscó la postura del ISSS, pero la oficina de comunicaciones no resolvió ninguna de las interrogantes que se le plantearon. Esta semana también se buscó la opinión de la Asociación de Industriales Químico-Farmacéuticos, sin tener éxito.