ECUADOR:
Aunque las mujeres ecuatorianas tienen un 90% de cumplimiento en pagos, reciben montos de crédito un 31% menores que los hombres, según datos de Equifax.
A pesar del incremento en la demanda de financiamiento femenino, persisten barreras que limitan su acceso a mayores montos, afectando su crecimiento económico y emprendimiento.
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En Ecuador, las mujeres han demostrado ser excelentes pagadoras de crédito, sin embargo, aún enfrentan barreras significativas para acceder a montos de financiamiento más altos. Según la segunda edición del Barómetro del Acceso al Crédito, entre 2019 y 2023, las consultas de crédito realizadas por mujeres ecuatorianas crecieron del 44,60% al 47,07%. No obstante, un estudio de Equifax revela que los hombres reciben un 31% más de montos en préstamos en comparación con las mujeres.
sta situación pone en evidencia una brecha de género en el acceso a crédito, un factor clave para la independencia económica y el crecimiento de negocios liderados por mujeres. “El acceso al crédito permite a las mujeres materializar sus metas, ya sea emprender un negocio, adquirir una vivienda o cubrir emergencias. Esto no solo impacta positivamente en sus hogares, sino también en la economía nacional”, destaca Verónica Rodríguez, experta en Data Services de Equifax LATAM.
El rol del crédito en la vida financiera de las mujeres ecuatorianas
En Ecuador, el 51% de las mujeres con créditos se concentran en la Costa, el 46% en la Sierra y el 3% en la región oriental. A nivel nacional, el 49% de ellas mantiene un préstamo, el 34% tiene un préstamo y una tarjeta de crédito, y el 17% solo cuenta con una tarjeta de crédito.
El crédito es una herramienta fundamental para el desarrollo de emprendimientos y la consolidación de proyectos personales. Un estudio de Equifax sobre 800.000 mujeres ecuatorianas con RUC revela que el 80% se dedica a actividades como comercio al por menor, servicios profesionales, alimentos y bebidas, actividades científicas y técnicas, y el sector inmobiliario.
Karina Pérez, comerciante de ropa en Riobamba, es un ejemplo de cómo el acceso al crédito impulsa los pequeños negocios. “Antes dependía de préstamos informales de familiares o conocidos. Mi primer crédito formal fue un avance de mi tarjeta de crédito para comprar insumos y máquinas de coser. Pagar puntualmente me permitió acceder a un préstamo más grande en un banco. Mi objetivo siempre ha sido invertir en mi negocio”, comenta.
Sin embargo, el crédito también juega un papel fundamental en otras áreas. Tania Riera, trabajadora bajo relación de dependencia, relata que recurrió a un préstamo para construir su departamento y que también utiliza avances de su tarjeta de crédito para cubrir emergencias. “Casi el 85% de mi sueldo se destina a vivienda, gastos del hogar y pagar las mensualidades de mis imprevistos”, explica.
Las mujeres ecuatorianas, las mejores pagadoras de crédito en Latinoamérica
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio Latam de Equifax es que las ecuatorianas tienen el mejor índice de cumplimiento de pago en la región, con un 90%. Esto evidencia su responsabilidad financiera y subraya la necesidad de fomentar mayor equidad en el acceso a montos de crédito que les permitan desarrollar su potencial económico.
La inclusión financiera de las mujeres no solo es un tema de equidad, sino una pieza clave para el desarrollo económico y social del país. Acceder a un crédito representa una oportunidad para que las mujeres impulsen sus emprendimientos, consoliden sus proyectos personales y fortalezcan su independencia económica.
Sin embargo, para lograrlo, es esencial que cuenten con las herramientas y el conocimiento necesarios para tomar decisiones informadas y superar las barreras que aún limitan su acceso a financiamiento en igualdad de condiciones. (JS)