En un mundo donde enfrentan amenazas crecientes debido a la actividad humana, el Día Mundial de las Abejas, celebrado el 20 de mayo, es un recordatorio para promover la conservación de esta especie.
En octubre de 2017, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 20 de mayo como Día Mundial de las Abejas, en honor al pionero esloveno de la apicultura moderna, Anton Janša.
El apicultor reconoció la notable capacidad de trabajo de las abejas, quienes requieren poca atención para llevar a cabo sus tareas vitales.
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Las abejas son pilares fundamentales para la biodiversidad y supervivencia. Su labor de polinización no solo beneficia a las plantas, sino que también mejora la calidad y el rendimiento de los cultivos, asegurando una diversidad alimentaria esencial para la salud.
A medida que enfrentan amenazas como el crecimiento urbano, la intensificación de la agricultura, el uso de pesticidas y los efectos del cambio climático, su supervivencia se ve comprometida.
¿Están en riesgo de extinción?
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cerca del 35% de las especies polinizadoras en el mundo están en riesgo de desaparecer.
Esta situación es alarmante, ya que aproximadamente el 75% de los cultivos alimentarios y el 35% de las tierras agrícolas dependen en gran medida de la polinización. Además, casi el 90% de las plantas con flores necesitan de este proceso para reproducirse.
Las poblaciones de abejas han disminuido en las últimas décadas debido a una variedad de factores, que incluyen prácticas agrícolas agresivas, la introducción de especies invasoras y el uso excesivo de productos químicos. La contaminación atmosférica también juega un papel crucial al afectar las moléculas de olor que las plantas emiten, dificultando que las abejas encuentren alimento.
Sin la labor de polinización de las abejas, la producción de alimentos se vería gravemente afectada, lo que podría conducir a escasez de alimentos, crisis alimentarias a nivel mundial y desencadenar un efecto dominó en la cadena alimentaria, llevando a la extinción de numerosas especies de plantas y animales.
Estas son las medidas para proteger a las abejas
La preservación de las abejas y otros polinizadores depende en gran medida de acciones individuales que podemos emprender, como:
- Plantar y cultivar plantas autóctonas
- Comprar miel sin refinar a agricultores locales
- Participar en programas de apadrinamiento de colmenas
- Proporcionar agua limpia para las abejas
Además, es crucial preferir productos de prácticas agrícolas sostenibles y evitar el uso de productos químicos y plaguicidas dañinos.