A la falta de pago a los especialistas, se suma la orden de regular el uso de implementos básicos.
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El Hospital Infantil Concejo de Medellín, en donde se atiende a la población más vulnerable, los niños, también atraviesa una dramática crisis financiera como coletazo de los cuestionamientos y denuncias de malos manejos en el Hospital General de Medellín, que es su administrador y se encuentra bajo vigilancia de la Superintendencia Nacional de Salud por problemas en su funcionamiento.
La situación del Hospital Infantil es tan compleja que las directivas han tenido que racionar el uso de los implementos médicos para que el personal trabaje con lo mínimo necesario, sin contar que a los pediatras se les adeudan cerca de 10 meses de salarios.
Algunos empleados del Hospital consultados por Caracol Radio dijeron bajo reserva que la situación es tan crítica que durante este último mes estuvieron hasta ocho días sin el servicio de agua en las noches, o que, incluso, el microporo para la canalización de las venas de los niños debieron partirlo a la mitad por la falta de los insumos necesarios para ello. Las manillas para identificar a los pacientes son escasas y hasta les tocó utilizar unas que donó un buen samaritano, porque se agotaron las existencias.
En un correo privado en poder de Caracol Radio se les ordena regular el uso de las toallas desechables de acuerdo con la cantidad disponible. Algo así como no más de un rollo por piso para un turno.
Algunos empleados del servicio de aseo optaron, incluso, por traer desde sus casas materiales como limpiadores.
Para los especialistas la situación es similar. Aquí en Caracol Radio reseñamos las denuncias de 20 médicos pediatras que llevan nueve meses con dificultades para el pago de su salario. Dicen que ha habido falta de voluntad por parte de las directivas y la deuda con ellos llegó a los 1.600 millones de pesos.
“Venían los primeros ocho años en el hospital, trabajando muy bien, pero a raíz de la entrada de la actual administración empezó a atrasarse en los pagos hasta llegar a este momento que no se hacen pagos desde junio del año pasado”, manifestó el abogado de los médicos, Esteban Bustamante.
La situación es grave, porque la afectación más grande se vería reflejada en la falta de atención para más de 100 niños que hoy están hospitalizados en la institución.
Sin embargo, el viernes 22 de abril, hubo una reunión de urgencia con algunos de ellos y se pudo conjurar parte de la crisis, porque la Administración de Daniel Quintero se comprometió a pagar de manera parcial la deuda que tiene con los médicos pediatras.
Las directivas responden
Carlos Mario Correa, gerente del centro asistencial, aseguró que el pago a los médicos se ha dificultado como consecuencia de la pandemia que cerró parte de los ingresos, sumado a los retrasos en los pagos que algunas EPS tienen con el Hospital Infantil.
“Nosotros en pandemia tuvimos que bajar la facturación en 30 por ciento, tuvimos un déficit de un 70% en la facturación mensual del hospital, pero son cosas que vienen incluso de administraciones anteriores y que hemos suplido con los mismos recursos de la institución”, explicó el gerente.
Correa reconoció que fue necesario limitar la entrega de algunos insumos necesarios para el funcionamiento del hospital, pero debido a problemas de logística y no de inversión.
“No era por falta de insumos, sino que hubo un problema con las características que se necesitaban de los productos. Fue más de logística y de demoras de los proveedores de suplir las necesidades y por la disminución y desabastecimiento de insumos”.
Para médicos, enfermeras y personal de aseo, lo que pasa en el Hospital Infantil Concejo de Medellín es fiel reflejo de los cuestionados manejos en la contratación del General, al punto que todos temen que se cumpla lo que es un secreto a voces: que la intervención por parte de la Superintendencia Nacional de Salud es cuestión de tiempo, pues el Plan de Mejoramiento presentado ante ese organismo sigue siendo poco convincente.
Algunos funcionarios del Gobierno Nacional le manifestaron a Caracol Radio que han recibido información creíble sobre unas reuniones que estarían haciendo integrantes de la familia Villegas, a la que le atribuyen todo el poder sobre la contratación del Hospital General, con un prestigioso, abogado de Córdoba, de apellido Padilla, conocedor del llamado cartel de la hemofilia, para impedir que la Supersalud actúe e intervenga ese centro asistencial.
