En el marco de esta ofensiva, más de 20 uniformados han sido asesinados en todo el país.
Según reveló el medio Semana este martes 6 de mayo, alias Chiquito Malo, máximo cabecilla del Clan del Golfo, ordenó a sus hombres detener los ataques y asesinatos contra miembros de la Policía Nacional y las Fuerzas Militares en Colombia.
La reciente ola de violencia contra uniformados no ha sido responsabilidad exclusiva del Clan del Golfo. También han participado el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc.
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En el marco de esta ofensiva, más de 120 uniformados fueron asesinados en todo el país, mientras que la Policía Nacional, a través de la ‘Operación Agamenón’, logró la captura de 217 miembros de este grupo armado.
De acuerdo con las autoridades, la mayoría de los capturados han ejecutado homicidios contra funcionarios de las fuerzas armadas, mantenían el control y la expansión territorial enfrentando a otros Grupos Armados Organizados (GAO), ejercían la extorsión, el tráfico ilegal de armas, la fabricación y transporte de estupefacientes, y planeaban y ejecutaban homicidios selectivos, así como amenazas permanentes a la comunidad.
El Clan del Golfo habría ofrecido entre dos y tres millones de pesos por cada homicidio de un miembro de la Fuerza Pública. Sus sicarios ejecutaron las órdenes disparando sin contemplación.
Según información y cifras oficiales del Ministerio de Defensa, entre enero y marzo de 2025, han muerto al menos 41 uniformados, un récord trágico en el inicio de año. También hay alarmas por el incremento de ataques a la Fuerza pública.