Un brote de la enfermedad viral completa ya cerca de tres meses. En el momento habría cuatro casos activos, pero hay varios patios en cuarentena.
Cerca de tres meses lleva ya un brote de varicela en la cárcel de Puerto Triunfo sin que hasta el momento se haya logrado extinguir.
La información al respecto la confirmaron a EL COLOMBIANO tanto fuentes del INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) como defensores de los derechos de los reos y los propios internos de este centro de reclusión.
Generalmente, la varicela se manifiesta con fiebre súbita y casi siempre leve, sensación de cansancio y debilidad. También está acompañada por erupciones en la piel en forma de ampollas que pican, hasta que forman costra.
Se trata de un virus que se puede propagar mediante el contacto directo con el sarpullido que se produce en la piel, pero también se puede diseminar cuando una persona que ha contraído la enfermedad tose o estornuda, porque las gotas de saliva quedan en el aire. Es decir, que las posibilidades de que pase de una persona a otra son aún mayores si se trata de un lugar como una cárcel y más si existe hacinamiento.
En este caso, hay condiciones ideales para que así ocurra, pues la cárcel de Puerto Triunfo fue construida para máximo 600 personas, pero en este momento hay un sobrecupo descomunal si se tiene en cuenta que los reclusos pueden llegar hasta las 1.600 personas.
Fuentes del Inpec indicaron que hasta el momento se han reportado 14 enfermos de varicela. Los casos, según añadieron, se han presentado en los patios 4, 5 y 7. En la actualidad, según dijeron, solo hay cuatro casos vigentes en los dos últimos sitios mencionados.
A la vez, indicaron que se han llevado a cabo acciones para controlar el virus: “La última visita de la Secretaria de Salud departamental fue el 29 de julio, donde se dejan las recomendaciones pertinentes”. Además, en el establecimiento, según se dijo en una mesa de seguimiento, se están realizando las búsquedas activas institucionales, lo mismo que acciones de educación, información y comunicación y labores de limpieza y desinfección.
Igualmente, los pacientes que revisten condiciones especiales de vulnerabilidad por la complicación con otras enfermedades y desnutrición han sido aislados de sus patios valiéndose de la llamada Unidad de Tratamiento Especial.
“A los del patio 7 los iban a sacar de la cuarentena hace aproximadamente 10 días, pero aparecieron otros casos y entonces volvieron a comenzar desde cero. La misma situación ocurrió en el patio 5, que queda al frente del anterior y está aislado también por lo mismo, y en este momento se localizaron otros dos brotes, entonces vuelve a empezar la cuarentena desde cero”, le confirmó a este diario un interno.
“Ahorita vinieron las doctoras a explicarnos la forma de contagio de la varicela y ellas mismas nos confirmaron que estos dos patios son los que están aislados por esta situación”, recalcó el preso, quien se quejó de que justo en medio de esta crisis la sala de sanidad lleva ya dos semanas en que solo funciona para casos de urgencias que comprometan la vida.
“Nos notificaron que la única manera en que podemos salir a sanidad es que nos estemos muriendo, de resto no hay salida de ningún tipo”, apuntó el interno de la cárcel de Puerto Triunfo.
Jorge Carmona, defensor de derechos humanos de los internos, apuntó que fuera del déficit de personal por la renuncia de cerca de cien profesionales de salud que estaban adscritos a las 19 cárceles ubicadas en territorio antioqueño, en este penal de manera particular la situación la empeora el hecho de que desde hace tiempo sufre de la precariedad en la alimentación y falta de medicamentos.
“El 23 de mayo fui y encontré todo el dispensario vacío; las poquitas pastillas que había estaban algunas con los sellos rotos. Ni siquiera las sillas para odontología estaban buenas, los lavamanos no funcionaban”.
Todo ellos se une a una temperatura alta como si estuvieran en el infierno y a que el lugar no cuenta con agua potable, por lo cual los internos consumen líquidos combinados con pantano, por lo que las afecciones intestinales son pan de cada día.
Carmona se quejó además de que hasta ahora no ha habido la suficiente atención a esta problemática e incluso los organismos pertenecientes al Ministerio Público no se han hecho presentes.