POR: NELSON MATTA COLORADO
“¡Auxilio, ayúdenme!”, les gritó el campesino a los soldados de la Séptima División del Ejército que estaban abasteciendo de comida y municiones a las tropas, en zona rural del municipio antioqueño de Ituango.
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Los uniformados observaron al hombre, quien padecía graves lesiones en las extremidades superiores, y corrieron a brindarle los primeros auxilios. De acuerdo con su relato, estaba haciendo labores de campo en la vereda La Perla, cuando detonó una mina quiebrapatas.
El hecho ocurrió en la tarde del domingo anterior, cuando el Ejército lo trasladó en helicóptero al hospital de Tarazá. Al día siguiente fue remitido a un centro médico de mayor complejidad en Medellín, donde hoy se encuentra estable de salud, según los militares.
Los pobladores de Ituango están en medio de una disputa entre criminales de los frentes quinto y 18 de las Farc, y el frente Edwin Román del Clan del Golfo, en el marco de la cual se han producido asesinatos, desplazamientos forzados y tiroteos en los últimos dos años.
En el marco de ese conflicto, las organizaciones delincuenciales han instalado campos minados en las veredas, para contrarrestar el avance de sus enemigos y de la Fuerza Pública.
Según datos del Comité Internacional de la Cruz Roja, en el primer semestre de 2021 hubo 263 víctimas de artefactos explosivos en Colombia, de las cuales 156 fueron civiles y 107 combatientes de la Fuerza Pública y grupos criminales. En Antioquia fueron 16 casos los documentados hasta el 30 de junio.
En su informe del caso, publicado en la mañana de este martes, la Séptima División rechazó “la utilización de artefactos explosivos improvisados por parte de los grupos armados ilegales, quienes buscan atentar contra la población civil y la Fuerza Pública”.