Una presunta una falla mecánica sería la causa del siniestro.
Un aparatoso accidente de tránsito le costó la vida a un hombre de 65 años, quien fue identificado como Pablo Castellanos. El lamentable hecho se registró en la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander), luego de que un vehículo de servicio público presentara, presuntamente, una falla mecánica.
El siniestro ocurrió hacia las 12:00 del mediodía, del pasado miércoles 21 de junio, cuando Castellanos caminaba por la calle 24 con avenida 25, del barrio Belén. Por el mismo sector también transitaba una buseta, de placas TKH-226, que terminó arrollándolo.
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De acuerdo con el reporte de las autoridades, el bus de servicio público presuntamente se habría quedado sin frenos y aunque el conductor intentó maniobrar el vehículo, no logró evitar el fatal accidente. La buseta se salió de la vía, arrolló a Pablo Castellanos y posteriormente se volcó.
Ante el brutal impacto, Castellanos quedó tendido a un costado de la vía; sufrió graves lesiones en la cabeza, el brazo y pierna izquierda. Quienes lo conocían y presenciaron el accidente de inmediato se acercaron a brindarle los primeros auxilios, al tiempo que alertaron a las autoridades.
Pablo Castellanos fue trasladado en un taxi, por un conocido, hasta la Unidad Básica Loma de Bolívar; sin embargo, ante la gravedad de las heridas los médicos lo remitieron hacia el Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde pese al esfuerzo de los galenos hacia la 1:00 p. m. se reportó el fallecimiento.
Entretanto, el conductor, un niño 11 años y un adulto, quienes iban de pasajeros, lograron salir de la buseta por las ventanas; ellos sufrieron golpes leves y fueron trasladados a centros asistenciales cercanos para ser valorados, según confirmaron las autoridades.
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Asimismo, al conductor de la buseta le fue practicada la prueba de alcoholemia, la cual arrojó resultado negativo. Posteriormente, la buseta fue sacada del lugar por dos grúas y llevada a un parqueadero de la Secretaría de Tránsito y Transporte, donde será analizada de manera rigurosa, para establecer si realmente fue una falla mecánica lo que causó el siniestro.
Pablo Castellanos, según se conoció, residía en el barrio Divina Pastora y desde el 2018 se dedicaba a vender galones de gasolina en el barrio Belén, donde trágicamente la muerte lo sorprendió. Los residentes de este sector lo recuerdan como una persona amable y trabajadora.