La OEA, embajadas de Estados Unidos, Panamá y Venezuela y autoridades locales fueron convocadas para buscar solución.
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Hace pocas horas se registró en Panamá la muerte de 10 migrantes que se ahogaron cuando intentaban cruzar un río a este país esperando poder llegar a los Estados Unidos, tras cruzar el Urabá antioqueño y Chocó colombiano para llegar a la selva del Tapón del Darién.
Sobre esta tragedia el gobierno de Panamá emitió un comunicado del Servicio Nacional de Frontera, Senafront, donde se confirmó que se observaron 10 cuerpos de migrantes que fallecieron ahogados tras una avalancha de agua, piedras, barro, troncos y ramas.
Ante esto, el Senafront insistió que se está trabajando para lograr canalizar la migración irregular de migrantes con la instalación de vallas de alambres de púas, por el sector de Cañas Blancas.
Además, para el 25 de julio se programó un encuentro en Necoclí, con la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, como encargada de relaciones internacionales, junto con la Asamblea de Antioquia para buscar alternativas no violentas para la crisis migratoria.
También se espera contar con la participación de voceros de los migrantes que en este momento se encuentran represados en el Urabá o en el Tapón del Darién.