POR NELSON MATTA COLORADO |
Aunque en el Valle de Aburrá reside el 82 % de los enfermos por covid-19 de Antioquia, uno de sus 10 municipios saca pecho al decir que es el que menos casos ha padecido en toda el área metropolitana: Barbosa.
Mientras que Medellín registra 66.607 casos desde el inicio de la pandemia, según cifras de la Gobernación, Barbosa, ubicado a 40 minutos de distancia, tiene 363 (y la Alcaldía solo reconoce 294, aduciendo que la región le suma pacientes de otros sitios).
En este tema inciden el comportamiento social, el trabajo de las autoridades y la densidad poblacional. El municipio, al decir del Dane, alberga 52.000 habitantes aproximadamente (después de Girardota, con 51.600, es el que tiene menos gente del Aburrá) distribuidos en el casco urbano, dos corregimientos y 55 veredas. De sus 206 km cuadrados, 203 son rurales, lo que implica una mayor dispersión de los residentes.
El teletrabajo ha generado que muchos habitantes no se desplacen a sus labores en Bello y Medellín, los principales focos de contagio.
El alcalde Édgar Gallego dijo que su administración ha desplegado una serie de medidas que han sido efectivas, como la teleconsulta médica y la realización frecuente de pruebas de laboratorio para detectar el virus.
“Asumimos la responsabilidad de estos servicios con las personas que no tienen afiliación a salud, privados de la libertad, mayores de 70 años que se encuentren en centros de larga estancia, habitantes de calle, desplazados, migrantes e indígenas”, señaló.
A esto se suman campañas de prevención con la E.S.E. Hospital San Vicente de Paúl, tomas barriales y trabajos coordinados con la Personería y la Policía, “para realizar visita domiciliaria a los pacientes que tienen orden de aislamiento y están incumpliendo con el código penal”.
Según la alcaldía, se ha brindado asistencia técnica a los comerciantes para la construcción de los protocolos de bioseguridad, entre otras decisiones para garantizar una reapertura social responsable.
“Las autoridades hacemos lo que nos corresponde, pero es necesario contar con el compromiso de todos”, afirmó el alcalde, y añadió que las medidas continuarán, además del fortalecimiento del hospital con equipos médicos para el área exclusiva para pacientes con coronavirus.
Investigación judicial
A pesar de los resultados positivos, en comparación con los demás municipios del Valle de Aburrá, la gestión de recursos para atender la pandemia no ha estado exenta de problemas en Barbosa.
Tal cual ha venido informando EL COLOMBIANO, la Fiscalía adelanta una investigación penal por supuestas irregularidades en un contrato para recibir capacitaciones e insumos médicos.
Se trata del contrato N° 000186 del 17 de marzo de 2020, por $150’352.000, que también contemplaba la instalación de un call center con enfermeras y una campaña de publicidad educativa.
Para la Fiscalía, el contratista no es idóneo para desarrollar esas tareas, por lo que en julio le imputó a Gallego el cargo de peculado por apropiación en favor de terceros.
Ante el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de Barbosa, el mandatario se declaró inocente. El juez le otorgó la libertad condicional, aunque sigue vinculado al expediente.
En el mismo proceso fueron vinculados el secretario de Salud, Daniel Alcaraz; el secretario de Planeación y supervisor del contrato, Hugo Suárez; y el contratista Julián García Torres, quienes tampoco aceptaron las imputaciones.
Situaciones para mejorar
Camilo Tobón, líder social y defensor de DD.HH. de Barbosa, reconoció que una de las medidas adoptadas por la administración y que ayudó a mantener el bajo índice de contagios fue haber evitado el ingreso, al inicio de la cuarentena, de personas ajenas a la localidad.
“De Bello llegó un bus con 40 habitantes de calle, dizque para tenerlos confinados en una finca de la vereda La Playa. Como comunidad, nos opusimos a eso, y fueron devueltos a Bello”, indicó.
El líder añadió que, aunque al principio de la emergencia hubo una fuerte campaña para invitar a la ciudadanía a respetar los protocolos de bioseguridad, en las últimas dos semanas se ha perdido el impulso, en medio de la reactivación social y económica.
“Nos pareció extraño que hubieran autorizado la reapertura de un bar cerca del parque, conocido porque ahí trabajan prostitutas. En ocho días se puede convertir en un foco de contagio”, advirtió Tobón, invitando a la alcaldía a apresurar la apertura de otros establecimientos comerciales, para evitar la aglomeración de gente en el único abierto.
Aseveró que también hay preocupación porque hay personal de salud aislado por la enfermedad, lo que podría afectar la capacidad de atención. En la administración se detectaron algunos casos positivos, por lo que el palacio municipal no prestó atención al público el pasado 28 y 29 de septiembre.
Wilman Mosquera, líder comunitario del corregimiento Hatillo, dijo que otro de los aspectos que deben mejorar los barboseños es el uso correcto del transporte público. “En los buses no se están respetando las distancias y no todos usan tapabocas. Las autoridades deben controlar más esto, porque mucha gente cree que la pandemia ya pasó, y podemos seguir en ella mucho tiempo”.
