NIDIA SERRANO M.
Tras la renuncia del rector Jairo Torres, cuya elección fue suspendida por el Consejo de Estado, no han cesado los ataques.
La Universidad de Córdoba se convirtió en la ‘joya de la corona’ de los grupos políticos, tras la renuncia del rector Jairo Torres, a quien el Consejo de Estado le suspendió la elección, aduciendo tráfico de influencias para ganar el proceso.
Desde ese momento se empezaron a gestar acuerdos, pero también se han evidenciado pugnas, calumnias, ataques y peleas por el primer cargo de la única universidad pública que existe en Córdoba y que fue manejada durante cinco años por Torres Oviedo.
A través de un comunicado, la Asociación Sindical de Profesores Universitarios de Córdoba, Aspu, denunció que hay una campaña de matoneo contra el presidente de esta gremio, José Gabriel Flórez, y de algunos miembros del Consejo Superior de la Universidad de Córdoba.
Calificaron la situación como bochornosa y señalaron que desde la renuncia de Torres, se han evidenciado todo tipo de actitudes grotescas que no tienen fin distinto a quedarse con el poder para manejar la universidad con carácter politiquero como se venía haciendo antes.
“Los logros y transformaciones que ha sufrido la Universidad de Córdoba son el fruto de una visión pluralista, concertada y compartida con nuestra organización sindical, lo cual pasa por la decisión de impedir que vuelva entronizarse la prehistórica casta politiquera que cree poseer las escrituras de propiedad de la universidad”, indican en el comunicado.
Exigen respeto para ASPU, su junta directiva, para el el exrector Jairo Torres Oviedo y varios miembros del Consejo Superior de la Universidad. “Los hechos bochornosos representa una afrenta para quienes se empecinan, mediante estratagemas y temerarias interpretaciones jurídicas, conseguir la inactivación de un proyecto consecuencia para el desarrollo de la Universidad de Córdoba y la región”, reiteraron.