Luego del crimen, Zain Ali se hizo el dormido. La Policía local informó que su adicción a los videojuegos le causó «problemas psicológicos».
Las autoridades de Lahore, Pakistán, reportaron la captura de un menor de edad que fue culpado por el asesinato de su propia madre y sus hermanos, a los que mató por perder un videojuego en línea. El niño, de 14 años, había denunciado el crimen con un testimonio falso, pero manchas de sangre lo delataron.
El niño, identificado como Zain Ali, estaba jugando el famoso PlayerUnknown’s Battlegrounds (PUBG) donde los participantes se reúnen virtualmente en campos de batalla y, tras perder una partida, fue a buscar la pistola que tenía su mamá y le disparó a ella y a su hermana Mahnoor Fatima, también de 14, según detalló el medio Mirror.
“Más tarde, mató a su otra hermana, Jannat, de 10 años, y a su hermano mayor, Taimur, de 22, todos en la casa de su familia en el área de Kahna de la ciudad”. El informe de la Policía reveló que luego del asesinato, Ali intentó botar el arma y se hizo el dormido.
Tras conocerse el crimen, la Policía lo capturó al encontrar unas “manchas de sangre en su ropa” y en el cuarto donde dormía. Con estas pruebas, el niño decidió confesar que sí mató a sus familiares.
“Luego confesó haber matado a su familia en un ataque de ira y que creía que volverían a estar vivos una vez que completara su misión (…) Ha desarrollado algunos problemas psicológicos debido a que pasa muchas horas del día jugando en línea», añadieron las autoridades del caso.
Además, Ali dijo en su declaración que ese mismo día su mamá lo había regañado por el tiempo que pasaba en línea jugando.